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Me mandaron a la CH (14.8.2014)

Si lo sabe Recursos Humanos, que lo sepa Facebook: Tras 18 años y medio de trabajar para el mismo Grupo Financiero, hoy me mandan a la CH. No me queda de otra más que irme a mi cantón.

La Renta Petrolera (13.8.2013)

LA RENTA PETROLERA

“Quieren privatizar PEMEX”, gritaban algunos enfurecidos.

Cuando fue obvio que no era así, entonces le movieron por otro lado: “Quieren compartir la Renta Petrolera”.

¿Qué significa eso? Que como el petróleo es muy flojo y no suele salir del suelo (sue-sue, diría Gil Gamés) y meterse en barriles, alguien tiene que hacerlo y a ese alguien hay que pagarle. Si una empresa privada da el servicio y se le paga, “estamos compartiendo la renta petrolera”, dicen.

Pero no hace falta pensarle mucho para darse cuenta de que los mexicanos, dueños constitucionales del petróleo, ya estamos compartiendo la renta. La compartimos con un ente llamado PEMEX, que no es “los mexicanos”, que no es ni siquiera “el gobierno mexicano”. Es una empresa cuyo dueño es el gobierno.

Hay mucha gente valiosa en PEMEX. Pero desde altos directivos hasta sindicalizados de base, también abunda la corrupción, el desperdicio, el amiguismo, el reparto de plazas, la asignación opaca de contratos… No hace falta ser muy listo para saber que PEMEX no es la empresa petrolera más eficiente del mundo. Y con ellos estamos compartiendo la renta petrolera.

Yo estoy de acuerdo en compartir la renta con otras empresas, mexicanas o extranjeras. ¿Con cuáles? Las que me cobren menos renta por extraer MI petróleo. ¿Es PEMEX? Pues con ella nos quedamos. ¿Es una extranjera porque hay petróleo en el mar y PEMEX no sabe muy bien en dónde ni cómo sacarlo? Pues que la extranjera le meta dinero, arriesgue su capital y si encuentra MI petróleo le damos dinero producto de la venta, pues prefiero compartir mi renta petrolera que dormir arriba de petróleo enterrado.

Tengo una natural desconfianza en los gobiernos. Y si son del PRI la desconfianza se incrementa. Todo el esquema actual de PEMEX es hechura del PRI, que el PAN no supo/quiso/le convino remediar.

En México nos quejamos mucho, con razón, de que nuestros gobiernos son bastante malos. Esta reforma le quita poder al gobierno al repartir la responsabilidad energética con terceros que arriesgarán su lana y traerán tecnología. No entiendo la razón por la que los que más atacan al gobierno son los que menos quieren que el gobierno deje de ser el único responsable del tema energético, se me hace una contradicción.

Como yo prefiero que el gobierno tenga menos qué ver en el tema energético, como no creo que PEMEX sea el mejor ente al cual encargarle que extraiga MI petróleo, y además creo que hay que tomar tecnología de punta aunque sea de otros países*, estoy a favor de una Reforma Energética, que recoja lo mejor entre las presentadas por el PAN, EPN y lo que proponga el PRD. Dejar las cosas como están es seguir dejando a PEMEX a la merced de los políticos actuales.

* Sería una maravilla que los que se envuelven en la bandera del “Quedémonos Únicamente con lo Mexicano” usaran para quejarse redes sociales desarrolladas en México en vez de usar las gringadas de Facebook y Twitter.

Pesadilla de Colores (12.8.2014)

EL CULTO A LA PERSONALIDAD
(O “La Pesadilla de Colores”)

Hace diez años nos llegó una plaga a Veracruz. Se llamó Fidelidad, un nombre que sospechosísimamente se asemejaba al de Fidel Herrera, gobernador del estado.

Programas sociales, puentes, escuelas, colonias, avenidas. Todo giraba en torno a la fidelidad. Cada político aprovechaba la menor oportunidad para mencionar la palabreja.

Esa plaga tenía un síntoma muy evidente: el estado se pintó de rojo. Muchos millones de pesos se gastaron para que escuelas, hospitales, puentes, banquetas (sí, adivinaron, todas esas cosas que se llamaban Fidelidad más otras muchas) se pintaran de rojo. Los Tiburones Rojos se volvieron más rojos, y los Rojos del Águila se volvieron rojísimos. Nunca faltan los lambiscones, y la alcaldesa de Veracruz se echó la puntada de pintar de rojo letreros de calles, lo que iba en contra de los reglamentos de tránsito (y del sentido común).

¿Cómo terminó todo ese enrojecimiento de la fidelidad, ese culto a la personalidad de Fidel Herrera? Muy mal para los veracruzanos. Seguimos pagando la cuenta.

Tuve la oportunidad de estar unos días en Chiapas, el estado en donde crecí y en el que más he vivido. Me encontré con una terrible sorpresa.

El equipo de futbol, que era naranja, ya se volvió de color verde. Alguien se aventó la puntada de regalar playeras verdes a los que van al estadio. Varias de ellas, de buena calidad, tienen en los dorsales el número 1 y como nombre del “jugador” a EL GÜERO, como se le conoce a Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas. En Tuxtla las guarniciones de las banquetas empezaron a ser pintadas de verde. Una secretaría inventó un trámite que se llama G.U.E.R.O, mientras que el reponsable del ICATECH (que da capacitación para el trabajo, por lo que debería de ser un puesto técnico) inventó un movimiento que se llama MoVer a Chiapas que, ¡oh, sorpresa!, lleva las siglas MVC que se parecen harto a las del gobernador. Antes ese mismo grupo estaba en una fundación llamada Manuel Velasco Suárez, en honor de un exgobernador de Chiapas que sí, adivinaron, es abuelito del actual gobernador.

Hasta el titular del Poder Judicial del Estado sale en reportajes donde posa orgulloso en su oficina con un retrato del gobernador. ¿Qué hace ahí si son poderes distintos y que desde su origen deben ser contrapeso? Regresamos al mismo caso del Veracruz de la Fidelidad: estamos hablando del culto a la personalidad.

Uno de mis primeros recuerdos de niñez fue que cuando José López Portillo, entonces presidente del país, fue a Tuxtla Gutiérrez a una de esas giras que visten mucho y logran poco, se encontró con que un político local (desconozco quién fue) mandó pintar en grande las letras JLP en un cerro en el lado norte de la ciudad. Esa muestra de zalamería, que con sorna mencionábamos que nos equiparaba con Hollywood por aquello de las letras blancas en el cerro, duró bastantes años.

El culto a la personalidad de Jolopo no terminó bien para México. El culto a la personalidad de Fidel Herrera no terminó bien para Veracruz. Ahora en Chiapas vemos a funcionarios de todos los niveles tratando de ver cómo tirarse al piso más rápido para que los zapatos verdes de MaVeCo no pisen el fango (por cierto muy presente en Tuxtla debido a las pésimas obras pésimamente planeadas y pésimamente ejecutadas). Todo lo anterior me hace llegar a la misma conclusión: el culto a la personalidad de MaVeCo no terminará bien para Chiapas.

Ya tenemos al candidato ideal al 2018 (11.8.2016)

YA TENEMOS AL CANDIDATO IDEAL PARA 2018

Muchos mexicanos temen que en el 2018 nuevamente van a tener que elegir entre el menos malo entre varios malísimos. El (por decir lo menos) bajo nivel de los políticos mexicanos es algo que preocupa mucho, y no parecía haber una salida satisfactoria.

Hasta ahora.

Veamos: en las últimas elecciones presidenciales EPN tuvo el 38.21% de los votos y AMLO el 31.59%. Entre ambos se llevaron un contundente 70% de la votación total.

Eso quiere decir que el corazón de los mexicanos sigue mayoritariamente en el PRI bajo sus diferentes siglas: el Nuevo PRI (conocido como Partido Verde), el Viejo PRI (conocido como PRI) y el Viejo Viejo PRI (conocido como MoReNa).

Entonces una opción que venga del PRI puede resultar atractiva para los electores. Nada más se necesita que pueda unificar a las corrientes mayoritarias, el Viejo PRI y el Viejo Viejo PRI.

Por todo lo anterior, un excelente candidato a la presidencia es Alfredo Castillo.

Su identificación con el PRI es completa. Forma parte de sus filas, ha trabajado desde hace más de una década a las órdenes de EPN, es totalmente Atlacomulco y cumple con las dotes de plurifuncionalidad que tanto gusta a ese partido. Además es ineficiente, da explicaciones absurdas y parece más preocupado por disfrutar de las mieles del poder que en realizar su chamba.

Y, en un movimiento por demás inteligente, está ahora también abarcando los terrenos que gustan al votante de MoReNa: si a los deportistas mexicanos les va mal en Río 2016, la culpa es de la mafia del poder olímpico. ¿Que las chinas nos parecen a los legos unas clavadistas de antología y no sacan nada de agua cuando se zambullen? Pues no. Es que pagaron USD$15,000,000 para comprar la medalla. Si los arqueros no le pegan a la diana es porque los intereses de los unos cuantos hacen que el viento sople cuando les toca el turno a los aztecas, y quede plácido a la hora de que los adversarios disparan. Ya incluso puso de pretexto al calendario, seguramente alterado en favor de potencias económicas y deportivas de indudable influencia global que llevan más medallas que México, como Kosovo, Azerbaiyán, Túnez y Kirguistán.

Ya con el apoyo del PRI y de MoReNa va en caballo de hacienda (de hacienda ganadera, no de la de Videgaray). Pero también tiene todo para conquistar al partido Verde: demuestra una frivolidad bárbara al ir a un viaje que debería ser de trabajo con su pareja, quien está presente durante los eventos en los que él debería estar más al pendiente del entorno de los deportistas y menos de los pizpiretos ojos de su amada.

Mientras el PAN sigue apoyando a gente que amenaza con quemar libros de texto gratuitos (parece que siguen creyendo que en vez de Suprema Corte de Justicia debiéramos tener Santa Inquisición) y el esquizoide PRD juega a ver cuál de sus múltiples personalidades es la que va a prevalecer, el PRI Unificado, con Alfredo Castillo al frente, tiene la presidencia asegurada.

Excepto si en campaña se pone a jugar “¿on’tá bebé?” con niñas escondidas en su cama…

Manlio Fabio y las Focas (10.8.2015)

Manlio Fabio y las Focas

No sé a ustedes, pero a mí los rituales en el PRI no me dejan de sorprender, aunque desde que soy niño los vengo presenciando. Uno esperaría que tuvieran algo de dignidad e intentaran cambiar aunque sea un detalle, pero no es así.

El PRI dice tener algo menos de 10,000,000 de afiliados. ¿Cuántos de ellos públicamente se manifestaron por algún candidato para dirigir al PRI antes de que EPN señalara con el dedo al jovenazo Manlio Fabio? Cero. No hay una declaración, un tuit, un pronunciamiento. Estamos hablando de casi diez millones de mexicanos, de miles de presidentes municipales, de centenares de congresistas locales, de casi 2,500 comités municipales, de diferentes sectores cuyas siglas (CTM, CNC, CNOP) están más desgastadas que las páginas de los calendarios de Gloria Trevi en los noventas. De todos ellos nadie, ninguno, opinó algo diferente a lo que el dedito de EPN dictó.

Puede ser, podría decir alguien, que era muy obvio que Manlio Fabio era el adecuado, y por eso la unanimidad. La sola mención de esa posibilidad es ridícula: no puede ser que diez millones de personas lleguen a la misma conclusión al unísono. Pero aún si ese fuera el caso, la situación no mejora. Si Manlio Fabio era el adecuado, el mejor cuadro, la alternativa que entusiasma… ¿por qué a nadie se le ocurrió antes que a EPN? ¿Por qué, digamos, el PRI de Sonora no dijo hace dos semanas “nos parece que el Lic. Beltrones puede ser buena opción?”.

Los priistas suelen llamar a eso disciplina. No lo es. Es lambisconería, es agachismo, es falta de dignidad. Es renunciar a la voz propia para unirse al coro. La disciplina consiste en poner en la mesa diferentes opciones, y respetar el resultado en caso de que sea adverso. Pero acatar y aplaudir como foca no es disciplina. Al que lo dude, le planteo un escenario. ¿Que hubiera pasado si el ungido fuera Aurelio Nuño? Lo mismo. Los mismos que hoy no cesan de cantar loas a la experiencia de Manlio Fabio le estarían haciendo églogas a la juventud y dinamismo de Aurelio. Porque aquí se trata de no quedarse fuera de la cargada. De no vivir fuera del presupuesto. De tratar de tener un mejor hueso por mostrar que el ente que el priista en cuestión dirige es el más alineado, el más zalamero, el más aplaudidor.

No hay mejor radiografía del partido que gobierna (es un decir) a México que esa falta de ideas propias, esa renuncia a la dignidad, esa pasividad de borregos que se mantiene hasta que el anuncio esperado los convierte en búfalos.

Mención aparte merecen los editorialistas de varios de los principales medios de comunicación nacional, sobre todo los mayores de 50 años. ¡Con qué nostalgia hablan de Manlio! ¡Cuánto cariño le tienen a las formas! ¡Cómo se nota su alegría porque nuevamente regresa un presidente del PRI de los de antes, de los que si te portabas bien te ayudaba con una beca para el hijo, la silla de ruedas para la tía, la reservación en un mejor hotel cuando estás cubriendo la fuente! De hecho, científicos de la UVM descubrieron que en promedio cuando un editorialista mayor de 50 años escribe sobre Manlio Fabio tiene 5.8 orgasmos por columna. Y no es, como alguien me comentó, un reflejo condicionado de “nota chica, sobre grande”. No es lambisconería habitual, ni pago de gacetilla. Es un entusiasmo real, legítimo, de la parte de la prensa paraestatal que estaba muy cómoda en el régimen del PRI y de repente le menearon el pandero y ya no les gustó. Manlio Fabio les representa lo más caro de los anhelos de reinstauración.

Llama la atención que alaben de Manlio Fabio que operó para sacar las reformas estructurales. ¡Pero si las bloqueó durante nueve años! Si tan buenas eran las reformas, ya estarían cerca de cumplir su primera década en funcionamiento. Manlio Fabio se opuso abierta y públicamente a ellas… nada más para recordar a partir de diciembre de 2012 que siempre sí estaba de acuerdo. A mí, por lo menos, eso no se me olvida.

¿Creen que de un partido tan zalamero pueda venir el aire fresco que se necesita para mejorar las condiciones de vida en nuestro país? Yo tampoco.