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Increíble Coincidencia (1.2.2011)

INCREÍBLE COINCIDENCIA

Si suman su año de nacimiento con la edad que tendrán este 2011 el resultado será 2011.

WOW, ES FANTÁSTICO, OCURRE… bueno, ocurre todos los años. El pasado y el siguiente. Hace 375 años y dentro de 956. Porque si A – B= C, entonces C + B = A, nos lo enseñaron en primaria.

Seguiré luchando para que la gente diga NO a las cadenas (voy a perder, pero me divierto en el intento).

Están viendo y no ven (25.1.2013)

El niño de Sexto Sentido veía gente muerta.

Hay quien encuentra una aguja en un pajar.

Leon-o veía más allá de lo evidente, con la ayuda de la Espada del Augurio.

Los hombres podemos ver una mujer atractiva a 360 grados a la redonda.

Las mujeres ven aún más cosas. Dicen que las suegras son expertas en ver detalles de limpieza en casa de las nueras. Se pueden ver un granito en la cara por más pequeño que sea. Una mujer ve cuando otra usa la misma ropa que en una ocasión anterior. En los Centros Comerciales una mujer puede ver al mismo tiempo varios aparadores, sobre todo si tienen zapatos exhibidos.

Cuando nos mueven algo en nuestra casa u oficina inmediatamente vemos que no estaba como la habíamos dejado.

Sí. Todos los que tenemos el don de la vista vemos muchas cosas.

PERO RESULTA QUE FLORENCE CASSEZ NO VEÍA QUE HABÍA GENTE SECUESTRADA ADENTRO DE SU CASA.

Lo que hay que ver…

Ya dejen de pedir perdón (Polo Polo, tres doritos después).

Cuando yo era joven, allá en el milenio pasado, me gustaba ir a ver a Polo Polo al Teatro Blanquita Blanquita.

En aquellos tiempos uno sabía a lo que iba.

Era usual, cuando un hombre y una mujer llegaban tarde, que él interrumpiera su chiste para decirles “qué bueno que ya llegaron. Nos tenian con pendientito. Hablando a todos los moteles, a ver dónde andaban…”. Y aunque parezca increíble había siempre un iluminado que creía que lo podía alburear. Las repuestas eran épicas.

No recuerdo que alguien de esa pareja que llegara tarde se quejara del chiste de los moteles. O que el albureador albureado exigiera disculpas. Parecía obvia la situación: si vas a un espectáculo de humor para adultos puedes esperar humor para adultos. Y el comediante para adultos no tenía que pedir perdón por ello. ¿Que no te gustaba escuchar groserías? Sencillo. No ibas.

Las cosas han cambiado. Ejemplos hay muchos.

En Reino Unido un comediante comentó que de él habían dicho que parecía Daniel Craig con síndrome de Down. La mamá de una niña con síndrome de Down se indignó, abandonó el espectáculo y forzó una disculpa pública.

En México el Community Manager de Doritos en Twitter escribe como escriben los jóvenes. Una distinguida académica se indignó y forzó una disculpa pública.

Platanito tiene un espectáculo de humor negro. Hay que pagar para entrar, no es que vaya a tu casa a decir sus chistes. Hizo un chiste sobre la guardería ABC. Pues sí: indignación y disculpa pública.

Le pasó a KLM (ahí el indignado fue un charolastra), le pasa a otras marcas, a políticos, presentadores, profesores, simples usuarios de redes sociales. Parece que hay indignados dispuestos a rebelarse ante la más leve desviación de la corrección política.

Y están ganando la batalla. El blasfemo que hace chistes para adultos en foros para adultos, la empresa hereje que pone a un joven en Twitter a contestar como joven a un público mayormente joven, el que menciona un síndrome como característica fisica propia… todos van cayendo en “una disculpa por haber hablado coloquialmente” o “una disculpa por hacer humor negro en mi espectáculo de humor negro” o “una disculpa por usar doble sentido en mi rutina de albures”.

Aquí la que pierde es la libertad de expresión. Entiendo que un ateo no debe ir a misa el domingo a repelarle al sacerdote sobre las inconsistencias de la Biblia. Entiendo que los chistes crueles sobre personas con discapacidad no son oportunos en los CRIT del TELETON. Si yo contrato a un payaso para que vaya a la fiesta de mi hijo de ocho años tengo fundadas razones para demandar solo chistes acordes a esa edad.

Señores, señoras, señoritas: si un tipo de humor les ofende, evítenlo. Si hay temas tabú, usen filtros en sus redes sociales. Si las palabras malsonantes les asustan, no vayan a foros inadecuados. Tienen derecho a que nadie los vaya a buscar a su casa o a marcarles por teléfono para decirles cosas que no quieren escuchar.

Pero por favor dejen de indignarse por todo.

Más importante aún, para los creadores de contenido, artistas, comediantes, blogueros, creativos de marca: ya dejen de pedir perdón. No se autocensuren. Tal vez sean más los que se ofenden por una palabra o una broma pero créanme: muchos otros nos sentimos con el criterio para discernir entre lo que se nos hace aceptable y lo que no, y proceder en consecuencia. Y de entrada vemos lo solemne como aburrido y lo iconoclasta como interesante.

Dejen de pedir perdón. Indignados gonna indignarse. No les hagan caso.

Kasner, Roberts, Sklodowska

Angela Kasner.
Margaret Roberts.
Maria Sklodowska.

¿Te suenan esos nombres? Es muy probable que no.

Pero si hablamos de Angela Merkel, Margaret Thatcher o Marie Curie la cosa muy probablemente cambie.

Y es que ellas necesitan muy poca presentación. Empezando por orden cronológico, Marie Curie creció en una época donde el debate era si las mujeres merecían asistir a una universidad. En lo que los señores debatían pues ella ganó el nobel de física. Y como los señores seguían debatiendo y ella tenía tiempo libre pues ganó también el nobel de química.

Margaret Thatcher fue primera ministra británica. Conocida como La Dama de Hierro, le tocó gobernar cuando las mujeres solo llegaban al número 10 de Downing Street porque se casaron con el primer ministro, o porque iban a trapear la cocina.

Angela Merkel es, para todo efecto práctico, la lideresa del mundo libre, tras la abdicación de Trump. Nadie duda de su capacidad, su inteligencia, sus habilidades.

Ellas han hecho mucho en favor del feminismo. Son el ejemplo perfecto cuando un macho troglodita diga que una mujer no puede saber de ciencias o que una mujer no tiene cualidades de liderazgo.

Y creo que en parte ellas lograron mucho porque eligieron bien sus batallas.

¿Alguien recuerda a alguna de ellas tres perdiendo mucho tiempo para luchar contra la costumbre de Europa Occidental de que una mujer adopte el apellido del onvre esposo? ¿Por qué Marie trabajaba junto con su marido Pierre en vez de pedirle que “checara su privilegio”? ¿Las recuerdan protestando con el torso desnudo, presumiendo axilas con pelos azules, asumiéndose como víctimas perpetuas, inventando palabras como “cuerpa”, o hablando pestes de los hombres?

Comento esto porque en mi opinión muchas feministas están eligiendo batallas no muy relevantes. Yo conozco a muchas mujeres que trabajan en el sector financiero y que se llaman a sí mismas “banquero” (privado, patrimonial, personal, de relación). Las he escuchado decir que “banquera” les suena mal. Lo mismo pasa con mujeres que se autonombran “abogado” o “ingeniero”. Y de repente uno escucha a las feministas criticándolas y diciéndoles que son hijas del patriarcado heteronormado solo porque les gusta llamarse así. Esas feministas parecen olvidar que lo relevante es que una mujer que quiera ser profesionista triunfe en lo que hace, y no si se llama a sí misma algo acabado en “a” o en “o”.

En lo personal me gusta más el femenino de esas palabras porque permite entender mejor de quién se habla, pero me queda claro que lo que necesitamos es que más mujeres estudien ingeniería, y que eso es más relevante que si a las egresadas les llaman “ingenieras” o “ingenieros”. Del mismo modo que a Marie, Margaret y Angela no les importó adoptar otro apellido.

En general en Europa las mujeres tienen una situación de equidad superior a la de México (que es lo que importa, creo). Sin embargo sigue siendo usual que adopten el apellido del esposo (irrelevante, creo).

En Brasil el apellido materno va primero. ¿Eso le ha representado a las mujeres una ventaja? En la CDMX al registrar a un hijo ya se puede poner primero cualquiera de los dos apellidos. ¿Mejorará algo eso? ¿Se estarán eligiendo bien las batallas?

Me queda claro que las activistas del feminismo no están interesadas en mi opinión. Esto va más para los que tienen hijas, y para los que (como yo) no tenemos hijas pero queremos un mundo más justo en el que nuestros hijos varones no arrastren tradiciones y estereotipos inequitativos.

Exaltemos los ejemplos femeninos positivos (puse tres pero hay millones más en todas las disciplinas) y olvidemos un poco a las que hacen ruido por cosas menos trascendentes como el orden de los apellidos o el nombre de las profesiones.

La palabra misteriosa es… (12.1.2015)

LA PALABRA MISTERIOSA DE HOY ES… HEBDOMADARIO

Una de esas palabras culteranas que de repente se pueden deslizar en una conversación para impresionar es “hebdomadario”. Viene de “hebdómada”, que significa “semana”.

“Hebdo”, como en Charlie Hebdo, entonces se refiere a la frecuencia semanal con la que sale la revista francesa. No es que Monsieur Charlie Hebdo sea el fundador o algo semejante.

Valga la etimología para entrar al tema de la libertad de expresión y los límites de lo sagrado.

¿Debemos poner un límite a la libertad de expresión por miedo a ofender creencias? ¿Puede alguien burlarse de lo que para otra persona es sagrado? Esas preguntas han estado en el aire desde el ataque terrorista por todos conocido de la semana pasada.

Sobre si se debe limitar la libertad de expresión para no ofender creencias, mi opinión es que hay tres respuestas válidas: la primera es NO, la segunda es DESDE LUEGO QUE NO y la tercera es NI MADRES, CLARO QUE NO.

Aunque la mayoría de las personas parece comprender cabalmente el peligro al que se enfrenta la civilización occidental si los islamistas imponen por medio del terror sus creencias como leyes, he visto que mucha gente se ha ido por el otro camino: “los caricaturistas se lo buscaron, sus caricaturas no eran divertidas, eran unos provocadores profesionales, debieron ser prudentes”.

No es complicado encontrar ese tipo de “atenuantes” en dos temas mucho más cercanos a México: el de los normalistas de Ayotzinapa y el de las violaciones.

Estudiantes sobrevivientes de los sucesos de Iguala confirman lo que es vox populi: todo el periplo Ayotzinapa – Iguala – Ayotzinapa incluía cometer delitos: toma de camiones y extorsión en cruceros (a ellos les gusta llamarle “boteo”). Todo eso está muy mal, pero esos muchachos no tendrían por qué estar muertos. En un estado de derecho, hubieran sido arrestados en flagrancia y presentados ante un juez para seguir los procesos correspondientes.

El tema de las violaciones es similar: ¿puede una mujer provocar su propia violación? Mi respuesta contundente es que no. No importa si su ropa es sugerente o si toma mucho o si es coqueta o si decide caminar por callejones oscuros: Si ella dice NO es NO. La culpa de una violación es del violador, no de la víctima. Discutir lo que un caricaturista puede dibujar es equivalente a discutir el largo de la falda o la profundidad del escote de una mujer. Discutir los temas que un periodista puede tocar es equivalente a discutir la cantidad de dinero que alguien puede llevar en su cartera si va caminando en cierta colonia para no ser culpable de que alguien decida robarle. Discutir el derecho a criticar lo que para alguien es sagrado es como discutir el precio máximo del automóvil que uno puede comprar antes de ser culpable de su propio secuestro. ¿Si no tenemos cinco candados en la puerta de nuestra casa somos culpables si entran a robar?

¿Qué pasa si para alguien es una blasfemia que la gente escriba sobre cualquier tema? ¿Dejamos de escribir todos porque a alguien en el norte de Dakota del Sur le ofende que escribamos nuestras ideas? ¿Qué pasa si un grupo de cristianos fundamentalistas quiere que nadie beba cerveza? ¿La dejamos de tomar para que ellos no sientan que insultamos a su dios? Habrá quien diga que los musulmanes, que son el grupo religioso afectado por los dibujos de Mahoma no son “un grupo”, sino más de mil millones de personas. ¿Y? Un musulmán tiene el derecho de ofenderse por lo que quiera. Pero no de matar por ello (sí, sé que el 99.99% de los musulmanes no lo haría).

Yo para el tema de las ofensas a deidades tengo un par de ideas que espero que contribuyan a la paz: 1. Que en la tierra nos basemos en leyes terrenales, y ya que diosito en el cielo premie o condene según sus designios, o 2. que si dios quiere que haya castigos en la tierra, baje y nos explique con mucha claridad qué es lo que desea. Mientras tanto, ningún humano debiera arrogarse el derecho de asesinar, agarrar a latigazos, impedir salir a la calle a una mujer no acompañada o cualquier otra atrocidad según su interpretación.

En México el tema del terrorismo islámico nos parace lejano. Pero sí hay casos donde por motivos religiosos se niegan derechos fundamentales. Es el caso del ayuntamiento de Mexicali, que basado en enseñanzas de la Iglesia Católica impide el matrimonio civil de Víctor Manuel Aguirre y Víctor Fernando Urias. Esto a pesar de un amparo dado por la SCJN. Eso no es tan grave como el asesinato de periodistas, pero es un caso que debemos seguir con atención hasta que sea obvio que la discriminación por motivos de orientación sexual es tan absurda como la discriminación basada en la letra con la que comienza el apellido, y que la religión del alcalde o de la oficial del registro civil debiera ser irrelevante a la hora de aplicar la ley.