Select Page

Reunión de Gabinete (31.8.2015)

Reunión de Gabinete

-Vamos a empezar. A ver, Miguel, ¿cómo vas?
-Complicado, señor presidente. Se nos peló El Chapo, la idea de retirar al ejército en 2013 demostró ser bastante estúpida porque la seguridad empeoró bastante y tenemos tantos desaparecidos que los de Alerta Amber nos van a dar Premio a la Constancia.
-Bueno, sería imperdonable que te exigiera resultados. Vamos a seguirle. ¿Cómo vas, mi Luisón?
-Pues la verdad, Enrique, mal. Nomás no hallo manera de cuadrar el presupuesto para el año que viene; con el precio del petróleo ahí no servirá la Ronda Uno, Dos, Tres o Cuatro y el dólar se irá a la mayoría de edad.
-No pasa nada, mi Luisón. Con que no le digas a los contribuyentes que paguen sus impuestos en cheque y te tardes un año en cobrarles, ¿eh, pillín? Bueno. Sigamos. ¿Cómo va la SEDATU?
-Pues bien a bien no sé, señor presidente. Apenas me estoy aprendiendo qué significan las siglas, yo creo que en cuatro o cinco meses ya me las sabré de memoria.
-Bien. Con calma. No te preocupes, Rosario. Sigamos. ¿Cómo va todo, Meade?
-Pues mehade disculpar (chiste malo, señor presidente) pero parece que la Cruzada contra el Hambre no funciona porque pues no le quita el hambre a nadie. Y parece que su muy genial idea de ponerle PROSPERA a OPORTUNIDADES aún no rinde frutos. En una de ésas va a resultar que las cosas no mejoran nada más por bautizarlas.
-Ni hablar. YOLO. Algunas políticas sirven, otras no. ¿Qué le vamos a hacer? En fin, ¿cómo va la PGR?
-Pues no me veo, señor presidente. Vaya a saber usted por qué pero la línea telefónica para denunciar al Chapo no suena mucho. Los únicos que a veces llaman son los extorsionadores pero casi nunca caemos en su juego.
-Ni hablar, Arely. Siempre vendrán tiempos mejores. ¿Qué tal la SCT?
-Pues…
-Dime, sin miedo.
-No hemos hecho mayor cosa de infraestructura.
-Así pasa.
-Cancelamos el tren a Querétaro ustedsabeporqué, y el de Mérida a Cancún también básicamente porque no hay lana y era una pésima idea.
-Bueno, lo prometí en campaña pero con algo de suerte se olvida. ¿Qué más?
-Es que… pues… el apagón analógico va a hacer que la gente que tenia teles viejitas no pueda ver telenovelas.
-CARAJO, ESO SÍ ES GRAVE. NECESITAMOS COMPRAR 15 MILLONES DE PANTALLAS PLANAS PARA QUE NINGUNA FAMILIA SE QUEDE SIN SUS PROGRAMAS FAVORITOS.

Mover a México.

De las ventajas del Atari 2600 (27.8.2012)

Los videojuegos de ahora tienen excelentes gráficos, gran memoria y efectos especiales.

Pero no me gusta que sean tan demasiado realistas.

El otro día jugando Mario Bros. vencí a Bowser y llegué a donde estaba Peach. Pero en vez de festejos ella me dijo: “Bowser me tenía como princesa, viviendo en castillos. Tiene propiedades en todos lados y miles de sirvientes dispuestos a dar la vida por él. Tú en cambio eres un vil plomero que ni el CONALEP has terminado, no pasas un antidoping porque te la pasas metiéndote hongos y además no tienes en qué caerte muerto: para llegar hasta acá tuviste que recoger moneditas del piso. Bowser es grande y fuerte, mientras que tú estás chaparro, panzón y con un bigote ridículo. Aparte por tu acento se nota que eres extranjero”.

Demasiado realismo para mí. Guardaré el Wii y volveré a instalar mi Atari 2600 (creo que todavía conservo los alambritos de pan Bimbo necesarios para conectarlo a la tele).

Doble moral (26.8.2013)

DOBLE MORAL

La Estela de Luz debió costar $400,000,000. Entre corrupción, indolencia, problemas de construcción, corrupción, cuarzos que venían de Brasil, corrupción y despilfarro, terminó costando $700,000,000 más.

Con justa indignación, prácticamente toda la sociedad criticó ese gasto. Una obra que cuesta casi el triple de lo que estaba presupuestado es una obra mal hecha. Punto.

En particular, gente vinculada con las ideas de AMLO fue la que criticó más ácidamente. Los epigmenios, taibos y astilleros fueron muy duros. Para ellos, ese despilfarro representaba la corrupción de Calderón. Pero no era de colores partidistas: yo, que voté por Calderón (y si vuelve a estar en la boleta contra Roberto Madrazo y AMLO, vuelvo a votar por él), critiqué el gasto. Parte de eso son mis impuestos y no me gusta que se los roben y/o los derrochen.

Ya ha pasado algo de tiempo, pero el mal uso del dinero gubernamental sigue. Hagamos mientras algo de matemáticas, para ver si ayudamos a los millones de niños a los que la CNTE ha dejado sin clases:

Supongamos que 100,000 maestros han dejado de dar clases estos días, sobre todo en Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Tabasco. Supongamos que el sueldo promedio de ellos es de $5,000 al mes, o $1,250 a la semana.

Dado que los maestros, empleados del gobierno, son contratados para dar clases y no para otra cosa, el dinero que se les paga se pierde si no dan clases. Así de fácil, así de obvio.

Entonces, una semana que los 100,000 cobren por dar clases y no lo hagan nos cuesta $125,000,000. Si multiplicamos ese resultado por seis semanas llegamos a $750,000,000. No sé cuánto dure este paro, pero sí sabemos que en el 2006 en Oaxaca duró seis meses.

Entonces me pregunto, ¿por qué los mismos epigmenios, taibos y astilleros que critican (con razón) el despilfarro de la Suavicrema de Luz no ven mal que se tire a la basura esa misma cantidad en sueldos para gente que no hace lo que se le contrató para hacer?

Con ese dinero se pueden comprar muchas de las propiedades que Raúl Salinas adquirió con el dinero que nos robó. Con ese dinero se puede ayudar a paliar las necesidades de quienes viven en los estados de origen de los maestros. Con ese dinero se puede contratar a profesionistas desempleados que sí quieran dar clases.

¿Por qué enojarse si el dinero mal empleado por el gobierno va a uno de sus parientes o amigo contratista y no cuando el dinero mal empleado va a aviadores que no hacen su trabajo?

La respuesta es obvia. Porque cuando ves las cosas con ideología militante no piensas claramente. Por eso muchos que criticaban a Fidel Castro por autoritario y represor estaban muy a gusto con Pinochet, y viceversa. Pero no es así, señores. Dictadura es dictadura, con el color que la quieran pintar. Desperdicio de dinero es desperdicio de dinero, sea para el maestro o para el prestanombres. Es dinero de todos que tenía un destino y se fue a otro.

Hay quien dice que la lucha de los maestros es válida y que tienen derecho a manifestarse por lo que creen. De acuerdo: que luchen. Pero que renuncien o estallen una huelga. Porque NO les pagamos de NUESTROS impuestos para que luchen ni para que se expresen en el Zócalo ni para que bloqueen el aeropuerto ni para hablar con los senadores. No. Les pagamos para dar clases.

Y mientras les paguemos por dar clases y no lo hagan, están desperdiciando nuestro dinero.

Igual que en el gobierno de Calderón con la Estela de Luz.

COLUMNA SEINFELD (25.08.2014)

COLUMNA SEINFELD

Podría escribir de algunas diferencias entre Suiza y México.

Podría escribir de algún tema de actualidad mexicana.

Podría escribir algunas anécdotas de aviones.

Podría. Pero resulta que mañana debo tomar un tren a las 5.30am porque siento que no he viajado lo suficiente este año. Además necesito cambiar de tren en un lugar llamado Schaffhausen, que mis bases de alemán me dan para pensar que significa “Casas Chafas”. Ya mejor me voy a dormir.

Entonces, como mañana será Día de Ir a Stuttgart por mi Visa de Residente, no escribiré de nada. En una de esas no está listo el papeleo y me quedo a dormir allá, en cuyo caso ya escribiré de algo.

Por su atención a estas líneas, que nada les dejaron de provecho y nada más les hicieron perder dos minutos de su nada recuperable tiempo, muchas gracias.

Mil palabras dicen más que una imagen

Mil palabras dicen más que una imagen

De repente vemos las noticias, hojeamos un periódico o (más probablemente) revisamos redes sociales o páginas en línea, y una imagen llama nuestra atención.

Puede ser la foto de un niño sirio muerto en la playa. Puede ser otro niño, atropellado en Las Ramblas. Pueden ser fotos de ciudades destruidas, disputadas entre el ejército sirio (los malos) e ISIS (los muy malos).

También puede ser una infografía, alguna gráfica o hasta un meme. Pobreza, violencia contra la mujer, agresiones contra homosexuales, guerras, violencia.

No es muy difícil que esas imágenes nos lleven a las conclusiones obvias. Digo, son contundentes, evidentes. No necesitan explicación.

– El mundo cada vez está peor.

– La violencia está desatada.

– La pobreza aumenta.

– La situación de las mujeres y la comunidad LGBTcétera se deteriora.

– Las religiones no pueden coexistir unas con otras.

– Al mundo no le importa el sufrimiento de los que menos tienen.

Y podríamos seguir con varias conclusiones que se desprenden de las fotos, los memes, las infografías, los videos aterradores.

Porque una imagen dice más que mil palabras, ¿no?

Pues en este caso no. Creo que es muy importante analizar los datos duros. Y las seis conclusiones que escribí arriba, que son las que usualmente leemos tras la difusión de imágenes perturbadoras, no solo son falsas sino que van completamente en contra de lo que la evidencia señala.

¿Cuáles eran los niveles de violencia hace 100 o 200 años? ¿Qué derechos tenían las mujeres? ¿Qué destino les esperaba a los abiertamente homosexuales? ¿Cuáles eran los porcentajes de población en pobreza en el mundo en 1900? ¿Cuál era la esperanza de vida, la probabilidad de que un recién nacido llegara a cumplir dos años? ¿Qué porcentaje de la población moría en conflictos armados?

Por supuesto que el mundo no es perfecto. Por supuesto que varios de los cambios favorables son lentos, incompletos, todavía insuficientes. Desde luego que duele cada niño con hambre, cada víctima de terrorismo, cada mujer golpeada por un cobarde. Que haya menos víctimas en guerras no le quita el sufrimiento a cada persona que viva en una de las regiones en conflicto.

Pero es muy importante que entendamos el progreso que llevamos porque corremos el riesgo de dar vuelta en U. Cada que pasa algo como lo de Barcelona (o Finlandia o antes Manchester o lo que se acumule), cada que sale un dato que habla de la pobreza que aún existe en el mundo, tenemos gente ofreciendo recetas que no hablan de intensificar la dosis que en términos generales ha funcionado (igualdad ante la ley, estado de derecho, democracias representativas, separación de religión y gobierno, economías liberales de mercado, organismos supranacionales para resolución de conflictos) sino de regresarnos a las recetas que imperaban hace décadas o siglos y que objetivamente tenían a la gente con una peor calidad de vida.

El mundo va en la dirección adecuada. Pueden ver el Índice de Desarrollo Humano, el porcentaje de personas en pobreza, de niños sin vacunas, de acceso de las mujeres a estudios universitarios, de esperanza de vida, de alfabetismo, de acceso a agua potable, a energía eléctrica, a drenaje. Y dentro de las diferencias que hay entre países, es importante ver qué recetas aplican los que despuntan en estas listas (si se quieren ahorrar algo de tiempo, les adelanto que son los puntos que comento arriba como “la dosis que en términos generales ha funcionado”).

Las imágenes que vemos no nos deben dejar tranquilos. No debemos acostumbrarnos a guerras, niños atropellados, supremacistas blancos ni feminicidios. Pero que esas imágenes no sustituyan nuestro entendimiento de la tendencia general. Redoblemos el esfuerzo, corrijamos lo que haya que corregir, sigamos cerrando la brecha.

No importa lo que las imágenes aisladas les digan. El mundo cada vez es mejor, y no por poco. Ya sabemos el camino, ya tenemos los medios. Sigamos con lo que ha funcionado. No caigamos en pesimismos, y no escuchemos a los que nos vendan recetas que no solo no han funcionado sino que cuando han estado en vigor han perjudicado tremendamente a la población de los países que los han padecido.

No siempre una imagen dice más que mil palabras. No siempre al ver algo perturbador podemos sacar las conclusiones adecuadas. Entiendo que atrae mucho más ver una imagen de sangre en Las Ramblas que una gráfica de como la distribución de más de mil millones de mosquiteros para cama en África le han salvado la vida a más de cuatro millones de personas que de otra manera hubieran muerto de paludismo.

Pero si sabemos en dónde estamos parados podemos afinar lo que se necesita (que es mucho) para seguir con el esfuerzo (que es gigante). No es la idea de estas líneas decir que estamos de maravilla, que ya llegamos, que no importa un niño con hambre porque nunca en la historia ha habido menos porcentaje de niños hambrientos en el mundo.

En vez de caer en fatalismos, ayudemos en nuestro entorno inmediato. El sistema en conjunto no necesariamente tiene hoy las soluciones y los recursos para atender lo urgente en nuestra comunidad. Pero tal vez nosotros sí. Solos, con nuestra familia, con nuestros vecinos o amigos. Podemos apresurar los cambios.

No nos conformemos. Pero no nos dejemos llevar por imágenes que no por terribles dejan de estar descontextualizadas.