Los videojuegos de ahora tienen excelentes gráficos, gran memoria y efectos especiales.
Pero no me gusta que sean tan demasiado realistas.
El otro día jugando Mario Bros. vencí a Bowser y llegué a donde estaba Peach. Pero en vez de festejos ella me dijo: “Bowser me tenía como princesa, viviendo en castillos. Tiene propiedades en todos lados y miles de sirvientes dispuestos a dar la vida por él. Tú en cambio eres un vil plomero que ni el CONALEP has terminado, no pasas un antidoping porque te la pasas metiéndote hongos y además no tienes en qué caerte muerto: para llegar hasta acá tuviste que recoger moneditas del piso. Bowser es grande y fuerte, mientras que tú estás chaparro, panzón y con un bigote ridículo. Aparte por tu acento se nota que eres extranjero”.
Demasiado realismo para mí. Guardaré el Wii y volveré a instalar mi Atari 2600 (creo que todavía conservo los alambritos de pan Bimbo necesarios para conectarlo a la tele).