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El Trimestre Económico y Botswana

El Trimestre Económico y Botswana

 

Paco Ignacio Taibo sigue tratando de meterla doblada. Pareciera a simple vista que el nuevo objetivo es menor: una revista del Fondo de Cultura Económica llamada Trimestre Económico, que combinaba al mismo tiempo un alto prestigio y un casi nulo interés general (lo que es lógico al ser una revista especializada).

 

Si tal vez el 99% de los mexicanos no sabía siquiera que existía esa revista, ¿qué importancia puede tener que Taibo plantee darle un giro de 180 grados?

 

Pues las razones del cambio. Taibo dice que “el PENSAMIENTO neoliberal será expulsado de la revista”. Si alguien publica cualquier cosa que al nuevo politburó de la revista le parezca “de derecha”, en ese mismo artículo deberá refutarse la posición. Algo así como “dicen que el liberalismo funciona PERO en realidad es una basura”. No lo pienso yo ni lo deduzco. No. Ahí están los videos.

 

Ya empezamos con problemas serios. Un funcionario gubernamental prohíbe un PENSAMIENTO. Algo digno de regímenes totalitarios, como ese que Taibo quiere que en México se construya.

 

Aquí no vale el argumento de los treinta millones de votos. Aquí no vale el tema de la mayoría en la Cámara de Diputados. AMLO ganó una elección legítima, y tiene los diputados suficientes para por ejemplo, aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación que mejor consideren que cumpla con sus objetivos. Para eso ganaron.

 

Pero de eso a borrar una manera de pensar hay un gran, enorme trecho. O debería haberlo. No para Taibo.

 

¿Van a hacer campos de reeducación, como bromeaban durante la campaña los que hoy son burócratas de la Cuarta Transformación? ¿Van a poner Policías de Ideología en los retenes a hacer preguntas para ver si la gente tiene el pensamiento correcto o uno prohibido?

 

Algún lugar debiera tener en México el que piense que el liberalismo es el mejor camino para el progreso de un país. Argumentos sobran. Las evidencias están listas para el que quiera. Vamos a repasar algunas.

 

ÍNDICE DE LIBERTAD ECONÓMICA (ILE)

 

Primero centremos la discusión en un término medible. En general podemos decir que los liberales queremos que en un país se lleven a cabo las políticas públicas que logren que se avance en el Índice de Libertad Económica.

 

Ese índice se basa en 12 diferentes calificaciones, divididas en cuatro principales rubros: Estado de derecho, tamaño del gobierno, eficiencia regulatoria y mercados abiertos. Luego se promedia cada una de esos resultados para llegar al Índice de Libertad Económica.

 

Empecemos por el punto de partida. ¿En dónde está México en el ILE? Pues en un vergonzoso lugar 63. Eso, por supuesto, no es culpa de AMLO. Él cuando llegó así estaba. Si recibió eso es porque eso EPN le entregó. Hay 62 países con más libertad económica que México.

 

Aquí la pregunta es si las medidas que AMLO está tomando nos acercan más a mejorar la posición de México en el ILE o a empeorarla.

 

Pero vamos un paso atrás. ¿Será bueno avanzar en ese índice solo porque sí? ¿Será un dictado de Washington, Trump, George Soros y Wall Street? Pues vamos a ver quiénes están en los primeros lugares y quiénes en los últimos. Así nos podemos dar una idea de si vale la pena tener al ILE como referencia.

 

Los países que están en los primeros cinco lugares son Suiza, Singapur, Hong Kong, Nueva Zelanda y Australia. Países con y sin recursos naturales. Países milenarios y nuevos. Con mucha extensión territorial y muy poca. Sin vecinos o con muchos. Con o sin acceso al mar. En Europa, en Oceanía, en Asia. Si nos vamos hasta la posición 9 incluimos a Canadá, entonces le agregamos América. No tienen mucho en común, excepto muy alta libertad económica.

 

Pues qué creen, lectores, lectoras, lecteres. Si ven los países que encabezan el ILE, ven países con un nivel de pobreza mucho menor al promedio, con gente mejor educada, una alta esperanza de vida, y en general pues se parece mucho el lugar que ocupan estos países en el ILE con el que ocupan en el Índice de Desarrollo Humano. Parece que a más libertad, a la gente le va mejor. Pero puede ser una coincidencia. Vamos entonces a ver los países de hasta abajo en el ILE.

 

Mmmmh… Corea del Norte. Venezuela. Cuba. Eritrea. Zimbabwe. Djibouti. En estos países no hay libertad económica. Y pues parece que tampoco hay mucha prosperidad, ni respeto por los derechos humanos.

 

Miren ustedes. Parece que sí conviene hacer políticas públicas que mejoren tu ILE, basados en los países que están hasta arriba y los que están hasta abajo de la lista. Pero puede haber truco. Vamos a seguir explorando un poco.

 

“Los países escandinavos son socialistas”, gritan a voz en cuello los progres mexicanos (desgraciadamente en Estados Unidos varios políticos Demócratas se lo han creído). ¿Qué tan liberales son los países escandinavos? Veamos su lugar en el ILE. Islandia, 11. Dinamarca, 12. Suecia, 15. Noruega, 23. Finlandia, 26. Pues no sé a ustedes pero me parece que no, que esos países no son socialistas. Hay bastante libertad. Solo que en general han decidido, para simplificar la explicación, que van a cobrar más impuestos para dar más servicios. Eso no es socialismo. No importa cuánto se esfuercen en que así sea. Total, los países escandinavos NO son excepción a la regla de que a mejor posición en el ILE, mejor situación general de los habitantes de un país. Van en el mismo sentido.

 

Entonces, como les platico, si vemos los países que están en los primeros lugares de la lista, y luego los que están en los últimos, o el caso escandinavo, no nos llevamos sorpresas. Parece que es un muy buen indicador. Puro país obvio en los mejores lugares, puro país obvio en los últimos… aunque no. Si revisamos bien hay un país africano con una calificación superior a 70 puntos, considerado entonces MAYORMENTE LIBRE, que se llama Botswana. Ocupa el lugar 34, no tan lejos de Finlandia, por ejemplo. Seguro ha de ser un ejemplo de un país que sigue recetas neoliberales dictadas por el FMI a lo estúpido y ha de estar igual de hundido que los demás países africanos vecinos.

 

Tal vez Botswana, el nombre “raro” que aparece en buen lugar en la lista, es el contraejemplo. ¿No?

 

Pues no.

 

Botswana se independizó en 1966 y era de los países más pobres del mundo. Tomó medidas para hacer más libre su economía y los resultados digamos que son favorables. ¿Qué tanto? Pues de 1966 a la fecha, el crecimiento del PIB per cápita en Botswana ES EL MÁS ALTO DE TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO. Tiene por ejemplo una deuda externa muy baja, y por lo tanto, aunque se enojen los defensores de ya saben quién, las calificadoras le dan una mejor nota que a México.

 

En resumen, parece que el Índice de Libertad Económica hace un muy buen papel para indicar el nivel de prosperidad de los ciudadanos de un país, por lo tanto sería deseable impulsar políticas que lleven a México a mejorar en ese índice. Esto parece muy obvio, aunque no se molesten en hacer un sesudo artículo y mandarlo a la revista Trimestre Económico para su publicación: ese pensamiento no está autorizado.

 

Falta solo la última parte de la ecuación. Tomando en cuenta todo lo anterior, ¿el conjunto de las medidas de AMLO nos harán subir o bajar escalones en el Índice? Hasta el momento, con los hechos (declaraciones y afinidades ideológicas aparte), no podemos saberlo. Ha tomado medidas en ambos sentidos.

Me preocupa que no sea un objetivo expreso de este gobierno. Y que incluso mencionarlo sería anatema. Y que el número de funcionarios en pro de más libertad económica es mucho menor que el opuesto. Y que hasta el momento, con lo que se ha visto, aparte de menos numeroso es menos influyente.

 

Si esa preocupación se materializa, entonces el conjunto de medidas que este gobierno tome hará que empeore el nivel de México en el ILE. Y si eso se da, el resultado para el conjunto de los mexicanos será negativo.

 

Veremos qué sucede. No se pierda los debates al respecto en diferentes foros académicos e informales. Bueno. En El Trimestre Económico no. Ahí no hay debate. 

Ahí, a pesar de haber dinero de impuestos de mexicanos de diferentes ideologías, lo que hay son pensamientos prohibidos.

 

¿A quién queremos apoyar Vol. II?

¿A quién queremos apoyar Vol. II?

Pues que ya no va a haber Fórmula 1 en México a partir del 2020. El Gobierno de la Cuarta Transformación decretó, se cansa ganso, que la lana que se dedicaba a eso se va a ir al tiradero de dinero llamado también Tren Maya.

Si usan Twitter se habrán percatado de la narrativa de los epigmenios. “Tal vez traiga beneficios. Pero son a particulares, no al gobierno. Si quieren hacer su F1 que la paguen ellos”.
Muchos han comparado la riqueza que la F1 crea con la que el Tren Maya va a destruir. Pero yo lo veo desde otro enfoque que me preocupa más.

Vamos a asumir que las cuentas de Miguel Torruco, exsecretario de Turismo de CDMX son correctas (esperemos que no sea mentiroso porque AMLO lo hizo secretario federal). Y luego vayamos un paso más allá: imaginemos que NADA de esa derrama económica llega a las arcas del gobierno. Que nadie de los que se beneficie pague un clavo de impuestos. Ni IVA ni ISR ni Impuesto al Hospedaje. Nada. Cero. El gobierno solo pone dinero, los particulares lo ganan y pues qué chistositos los particulares, ¿no? Los seguidores de AMLO, o al menos sus defensores habituales en redes, ven muy mal eso.

Y eso es lo que me molesta de este caso. ¿Pues a quién queremos apoyar?
Esos mismos que hoy piden que cada quien se rasque con sus uñas estaban defendiendo la decisión de AMLO de darle dinero a las familias que vivieran cerca de ductos. Ese pago de derecho de piso, ese “te doy dinero pero de favorcito no me robes”, basado en censos levantados por MoReNa, que mucho dinero costará y que no evitará el robo.

“Pues es lo mismo, ¿no? Al final es el gobierno poniendo dinero para beneficio de particulares”.

PUES NO.

Para recibir dinero si vives cerca de un ducto solo tienes que estar en el censo de MoReNa y esperar a que Banco Azteca sin licitación (porque Don Ganso Necio tiene la conciencia tranquila y la secretaría de la Función Pública mete las manos al fuego por él) te deposite el dinero.

Pero para la F1, amiga lectora, amigo lector, amugu lecturu, no es igual. Ahí para ver un impacto en el bolsillo se debe hacer otra cosa.

TRABAJAR.

Si eres taxista o conductor de Uber y similares, sí, es cierto: El gobierno con lo que pone de impuestos atrae visitantes. Pero TÚ tienes que trabajar moviendo a esos visitantes. Si eres camarera de hotel sí vas a tener más propinas pero hay que lavar más baños y tender más camas. Si eres mesero debes atender más mesas. Si vendes mercancía debes hacerte de inventarios.

Eso hace toda la diferencia. Aún si hay cero pago de impuestos (lo que no es cierto) para equpararlo al caso del Subsidio No Nos Roben Por Favor, de todos modos no son equivalentes ambos apoyos. En uno te anotas y recibes lana. En el otro haces algo más: TRABAJAS.
Y noten que menciono a choferes, recamareras de hotel, meseros. No precisamente gente fifí.

Porque sí, la F1 trae más gente y algunos llegan a los hoteles de las grandes cadenas globales y eso les da dinero y son ricos canallas trasnacionales yanquis. Cierto.
¿Pero qué creen? Que para una cadena global con miles de hoteles en el mundo, si se cancela la F1 en México su efecto será de cero. No solo porque el 99.9% de sus hoteles no están en la CDMX. No. Sino porque si la F1 no se hace en México sino en Los Angeles o Vancouver o Panamá pues ¿qué creen? Que ahí también tienen hoteles. El turista que no usa su hotel en CDMX lo usará en la nueva ciudad sede. El dueño fifí tan contento.

Pero la camarista, el mesero, el garrotero, el botones del hotel chilango… ellos no se quedan tan contentos. Sus contrapartes de Vancouver no les van a enviar dinerito. Pero pues ni hablar. A AMLO se le antoja un Tren Maya que pase por su rancho y si para eso perjudica al que trabaja pues así que sea. Ya vimos que para el taxista en León o Morelia o Guadalajara que aparte de trabajar 16 horas al día se ha tenido que formar tres horas para cargar gasolina, para él, AMLO no tiene una sola palabra. Tiene la desgracia de no vivir cerca de ductos. Le toca chambear.

Y en el caso de la F1 y el subsidio antihuachicol, ¿a quién quiere apoyar la Cuarta Transformación? ¿Al que trabaja, al que atiende al turista, al que lo transporta, lo hospeda, le da de comer? No. Eso es neoliberal. Ocho mil pesos por familia a los de la zona de ductos.

No vaya a ser que un mesero pueda tener más ingresos por la F1, le vaya un poco mejor y luego se cumpla la pesadilla de Yeidckol: que deje de ser pobre y luego se olvide de dónde salió.

Sigue la pregunta entonces. ¿A quién queremos apoyar?