Daría risa si no fuera trágico.
PEMEX es una empresa terriblemente ineficiente, corrupta, anquilosada, expoliada por gobiernos y sindicato. Esto no es culpa de MORENA, del PRI o del PAN. Es una culpa colectiva de toda la clase política, o lo que es lo mismo, de todos los ciudadanos.
Veamos la situación anterior a las reformas, digamos la situación con Echeverría y López Portillo, ese PRI setentero que López Obrador tanto añora y se empeña en restaurar.
En ese momento, después y hoy, algo que no ha cambiado es que el petróleo es propiedad de la nación. Lo que sí llegó a cambiar es la idea de quién lo debe extraer, y a cambio de qué.
En tiempos del PRI setentero no tenían dudas. El único que lo debe extraer es PEMEX, y debe pagar impuestos altos por extraer petróleo (digamos, 65%).
No era el mejor arreglo posible para el país, porque el riesgo de PEMEX lo pagábamos entre todos. Si exploraban en un lugar y no había petróleo, el pago lo hacíamos nosotros. Si refinaban y perdían dinero, lo pagábamos nosotros. Los lujos de La Quina, Romero Deschamps y Ricardo Aldana los pagábamos nosotros. Los excesos del sindicato, la corrupción, la falta de incentivos que es usual a los monopolios… nada de eso era lo mejor para los mexicanos.
Entonces a inicios de este milenio, y tras el desastre que dejaron los priistas setenteros, se intentó hacer un cambio que en lo personal me parecía mucho mejor de lo que teníamos: el petróleo seguía siendo de todos los mexicanos, PEMEX seguía siendo una de las empresas que podía extraer petróleo pagando su impuesto alto por hacerlo… pero empresas privadas podían entrar al negocio.
El primer paso en esa reforma fue hacer lo que se le llamó Ronda Cero. En la Ronda Cero no se permitió a los privados participar (de ahí su nombre). En la Ronda Cero PEMEX decía “en estas zonas ya tengo trabajo avanzado, yo me las quedo”. No necesitaban subastar. Solo decir “pido mano”.
El segundo paso ya fue competitivo, donde la empresa A, la empresa B y la empresa C ofrecían extraer petróleo de zonas que PEMEX no tenía cubiertas. “Claro, ahí es donde están regalando el petróleo”, dijeron los indignados. Sin embargo nunca fue así. Si A ofrecía pagar 68% por el petróleo extraído, B ofrecía 71% y C ofrecía 74%, entonces se le asignaba ese bloque (zona geográfica) a C.
En ese momento teníamos entonces a PEMEX que pagaba el 65% por un lado, y a la empresa C que pagaba 74% por otro. Ya parecía buen negocio. Y lo era. Pero había mucho más: C iba a invertir, contratar gente, capacitarla, pagar rentas, comprar inmuebles, contratar albañiles y geólogos, recepcionistas y tesoreros, capturistas e ingenieros. Iba a ir a zonas a donde PEMEX no había querido ir, iba a gastar, a tomar su riesgo. Si le atinaba y extraía petróleo, casi ¾ partes eran para nosotros. Si no le atinaba, todas las pérdidas se las llevó la empresa y a otra cosa.
Por alguna extraña razón, 30 millones de personas pensaron que el arreglo donde el PEMEX monopólico nos dejaba todos los riesgos era mejor que el que dejaron las reformas estructurales, y votaron en 2018 justo por eso.
Y eso obtuvieron. No salgan ahora con que “es que no votamos por esto”. Sí. Sí lo hicieron.
Entró López Obrador y suspendió las Rondas. Eso ya quedó en el pasado. PEMEX regresa a ser el rey. La idea de fondo era “si PEMEX es manejada por personas honestas y competentes, será un extraordinario negocio para los mexicanos”.
No fue así.
A PEMEX entraron personas que no eran honestas y no eran competentes. Los monopolios son por naturaleza ineficientes, los gubernamentales más. Si son mexicanos, pues qué les digo.
Hoy tenemos ya el resultado de la aplicación de esas ideas del PRI setentero por el presidente priista setentero.
¿Recuerdas de ese impuesto que mencioné? Estrictamente no es un impuesto sino un derecho, y se llama Derecho de Utilidad Compartida DUC. Este sexenio ha pasado del 65% a 30%, cuando los privados nos estarían pagando arriba del 70%. Cerrar PEMEX le ha dado beneficios a los dirigentes y sindicato de PEMEX, y a MORENA que lo usa de caja chica. Pero no a los mexicanos.
¿Te da coraje que PEMEX lo haya hecho tan mal que en vez de pagar el 65% de DUC esté pagando el 30%? Eso no es lo peor. Ayer López Obrador publicó un decreto con un muy leve cambio. Ese 30% se volverá CERO POR CIENTO retroactivo a octubre, noviembre y diciembre de 2023, así como enero de 2024.
Daría risa si no fuera trágico.
En 2018 nos tocó elegir entre los que iban a poner a competir a empresas privadas para extraer NUESTRO petróleo tomando ellos todos los riesgos y pagando arriba del 70% por hacerlo, y el que eliminó esa posibilidad y tiene ahora a PEMEX extrayendo NUESTRO petróleo sin pagar derechos sobre ello, y encima la debemos subsidiar.
2018 ya pasó. Pero viene 2024.
No se engañen. La calca de López Obrador va a hacer lo que le ordene López Obrador.
Hay una alternativa.
Yo voy a votar por Xóchitl.