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La Madre de Todas las Batallas (22.06.2013)

by | Jun 22, 2020

Ya empezó La Madre de Todas las Batallas, la de la Reforma Energética. La única empresa petrolera en el mundo que pierde dinero busca ser reformada y antes de que se presente alguna iniciativa ya hay protestas.

Hay un tema que me preocupa: Estados Unidos está avanzando, a buen paso, hacia la independencia energética. Las múltiples empresas privadas que hay allá, bastante más eficientes que PEMEX, constantemente desarrollan nuevas tecnologías para trabajar con cosas llamadas Gas Shale y Fracking, mientras nosotros seguimos en el campo de Chicontepec como aquel anuncio de Serfín de “Miguel, mete esa barrena. Debajo de esta tierra tiene que haber agua”.

Las principales armadoras de autos tienen dentro de sus catálogos comerciales autos híbridos y eléctricos, y empresas como Tesla amenazan con cambiar el panorama de la dependencia del petróleo.

Hoy todavía el petróleo es muy importante. Pero lo será cada vez menos si las petroleras de otros países avanzan en Investigación y Desarrollo. Y lo será cada vez menos si se sigue avanzando en alternativas eólicas, solares, eléctricas, etc.

Debemos hacer una reforma seria y a fondo de PEMEX, y debemos hacerla YA. Si no en 15 años no vamos a poder colocarla ni en tómbola.

¿Es necesario privatizarla? La evidencia muestra que es mejor la competencia entre privados, luego un monopolio privado y al final un monopolio público. Mientras más nos movamos hacia la competencia será mejor. Si los atavismos culturales de los que aparte de envolverse en la bandera se bañan con chapopote impiden llegar más allá (el propio Peña Nieto no presentará una reforma todo lo ambiciosa que se necesita), sí por lo menos que tengamos algo que permita que no seamos “dueños” de un petróleo que no tenemos la capacidad para extraer de manera eficiente.

Es difícil pensar en el hubiera. Hace más de una década Brasil (con un gobierno de izquierda) inició un proceso que concluyó en la venta del 49% de las acciones de PETROBRAS, con buenos resultados para casi todos. Y hasta donde me pude dar cuenta no hubo una merma en soberanía, la bandera brasileña sigue ondeando en Brasilia y a Dilma la eligieron sus compatriotas (aunque parece que ya la quieren correr, pero ésa es otra historia).

Ya vamos más de una década tarde. Que no pase de este año. Después será demasiado tarde.