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Vacas flacas y vacas con panza normal

by | Mar 27, 2019

Los que tienen más de 35 años tal vez recuerden esto.

Cada año el presidente enviaba al Congreso su propuesta de Ley de Ingresos y a la Cámara de Diputados su propuesta de Presupuesto de Egresos. Dado que un buen porcentaje del gasto del gobierno venía de los ingresos que se le exprimían a PEMEX, un factor muy importante para ver cuánto se podía gastar era el precio promedio que se le ponía al barril de petróleo. A un mayor precio del petróleo se correspondía un mayor ingreso que entonces permitía más gasto.

Por eso era común que, por ejemplo, el gobierno hiciera cálculos con petróleo a USD$50 por barril, pero los diputados exigieran más gasto para poder tener moches, quedar bien en el distrito, tener moches, dar obra pública al amigo, tener moches, asignarse contratos vía prestanombres, tener moches y algunos otros usos, incluido tener moches.

Entonces el gobierno anunciaba magnánimo que ahora el nuevo precio estimado en el presupuesto pasaba a USD$55 por barril, entonces “aparecían” de repente miles de millones de pesos extra, y se repartía más dinero y en el congreso eso se solía votar por casi unanimidad de priistas (dinos y neos), panistas (calderonistas y anticalderonistas) y perredistas (chuchos y obradoristas).

La prensa palera de aquel entonces solía presentar eso como un gran triunfo de la negociación política, y lo de menos era preguntarse si los USD$50 que se proponían al principio eran sensatos, o si los USD$55 nuevos eran alcanzables. En general parecía más bien un simple despeje de fórmula. “-¿A cuánto hay que poner el petróleo para que aparezcan veinte mil millones de pesos extra? Con eso los diputados rijosos ya lo votan a favor. –Pues súbele unos cinco dolaritos a ver a qué numero llegamos”.

Y como nadie sabe exactamente a cuánto va a estar el precio promedio del petróleo, o cuántos barriles de petróleo se van a producir, pues al final de cada año o sobraba o faltaba dinero.

En caso de que el precio del petróleo superara las expectativas pues pura fiesta en la burocracia. Se gastaba de más, se cubrían más fácil los desfalcos, se creaban más puestos de confianza, más turismo internacional de burócratas y pues sí, más dinero para moches y estafas maestras y para darle obra al compadre que me construye casas blancas. Todo era alegría para todos excepto para los que en teoría somos dueños de PEMEX y no veíamos ese excedente por ningún lado.

Pero si el precio estaba por debajo era peor. Varios recordamos a Zedillo, a Fox, a Calderón o a EPN salir con cara cariacontecida a decir “tendremos que hacer ajustes dolorosos pero necesarios. Lo responsable es reducir gastos para no aumentar el déficit. Haremos un programa de ajuste. Debemos apretarnos el cinturón. Vamos a cortar gasto corriente sin afectar gasto de inversión ni servicios al público y, sobre todo, no se incrementará la deuda”. Varios combativos moneros de aquel entonces, que hoy arrastran el prestigio como la nueva prensa dócil y palera, nos deleitaban con sus imágenes del mexicano pobre al que el cinturón le daba mil vueltas de tan flaco que estaba, en lo que el presidente y el secretario de Hacienda de traje le decían que los que sufrían eran ellos. Y el resultado final lo sabíamos todos: sí subía el endeudamiento tanto interno como externo, no se reducía el gasto corriente, sí se reducía el gasto de inversión y pues los políticos se quedaban con sus estafas, los diputados con los moches, los compadres con los contratos y los mexicanos con las consecuencias.

A pesar de lo mal que lo hicieron el PAN y el PRI (ambos, pero sobre todo este último), de repente tenían chispazos. Incluso el burro puede tocar la flauta de repente.

Y uno de sus chispazos fue hacer un guardadito que es más complejo pero que trataré de simplificar: si se ponía en el presupuesto el petróleo a USD$50 y el resultado final era mayor, en vez de despilfarrar toda la diferencia solo iban a despilfarrar una parte (porque ni modo que la casa pierda) pero iban a ahorrar otra parte. Si hacían eso los años con precio real del petróleo por arriba del presupuestado, entonces se iba a generar un ahorro para que los años que pasara lo opuesto (precio real menor que el proyectado) no se tuviera que recortar tan salvaje el gasto. La idea no es tan complicada: si un año te sobran 100 pesos, guárdalos para el año en el que te falten. Esto empezó en 2001, con Fox.

Total, que este 2019 ese fondo tiene cerrando números 300 mil millones de pesos. Ya es alguito.

Total, que este 2019 el gobierno de AMLO quiere pellizcarle algo entre la mitad y las dos terceras partes de su valor.

¿Lo quiere hacer porque se activaron los supuestos de las reglas de operación? No. Lo quiere usar porque el desastroso manejo de PEMEX, en donde no han sido capaces de presentar en un EXCEL básico de dónde van a tomar el dinero para afrontar los egresos (básicamente vencimientos de deuda y gasto de inversión CAPEX), en donde cuando van a presentar números a Nueva York quedan en ridículo, en donde si las calificadoras detectan esas inconsistencias dan avisos que son seguidos de amenazas de presidentes  mañaneros y senadores bravucones, en donde a los inversionistas les podrá gustar lo lindo que habla AMLO pero no le creen mucho, pues refinanciar los vencimientos de deuda en dólares de PEMEX suena difícil. Tendría que hacerse una combinación entre pagar una tasa mucho mayor, emitir a un plazo mucho menor, y que el gobierno hiciera una garantía total o parcial de la deuda de PEMEX.

Y pues la idea con la que están saliendo ahora es que mejor se cubra el pago de los vencimientos de la deuda de PEMEX pellizcando a ese fondo donde tenemos el guardadito.

Sí, AMLO recibió un PEMEX muy deteriorado, muy endeudado, con un sindicato muy corrupto, con directivos muy hábiles para darle obra a los compadres. Nada de eso es culpa de AMLO y él cuando llegó así estaba.

Pero si a estas alturas alguien cree que el dúo dinámico Rocío Nahle – Octavio Ronero Oropeza es la solución a ese desastre pues entonces ni cómo ayudarlo.

Entonces lo más competente que hay en el gabinete de AMLO que es el equipo de Hacienda necesita entrar porque desde el punto de vista financiero si cae PEMEX cae el gobierno federal. Y como no está en ellos cuadrar las cuentas de PEMEX y como a pesar de que el subsecretario de Hacienda dijo al Financial Times que no iban a gastar en la refinería sino en extracción (lo que para los que saben suena a “no voy a tirar el dinero a la basura sino que lo voy a invertir en donde hasta PEMEX gana mucho”) solo para ser desacreditado en vivo y a todo color (aunque des pa ci to) en la mañanera por el jefe de su jefe, pues ya les quedó claro que ellos deben entrar al quite.

Y qué bien que haya adultos en la mesa desde el lado de SHCP que puedan entrar a ayudar a los de PEMEX que están nivel chapoteadero.

Pero qué mal que lo que están planteando usar sea ese ahorro. Sí, los bienes son para los males. Pero tomar gran parte de un ahorro que llevamos veinte años haciendo para financiar una refinería en donde la única duda que tienen los expertos es si perderá muchísimo dinero o muchisísimo no parece la decisión más responsable.

Entiendo a la SHCP. Si AMLO se empeña en hacer la refinería justo ahí, y se empeña en no apoyarse en capital privado para aumentar la base de producción, y además mantiene a evidentes ineptos al mando de PEMEX, pues PEMEX no será sujeta de crédito por sí misma a precios razonables y entonces pues hay que apoquinar.

Pero usar el fondo para la época de vacas flacas cuando el petróleo está en niveles de vacas con panza normal parece mala idea en el largo plazo aunque sí, de corto plazo es positiva porque si mi hijo no tiene cómo pagar su deuda yo le digo al banco que en la chequera tengo lo suficiente y pago yo y salvo el día. Pero si mi hijo se sigue endeudando llegará el momento en que se me acabe también lo mío.

Y PEMEX, con las ideas de AMLO ejecutadas por Rocío Nahle y Romero Oropeza es ese hijo que seguirá necesitando ayuda.

Y cuando tengamos una recesión internacional en algún momento hacia mediados del sexenio, algo que casi todos los analistas dan por descontado e incluso Urzúa lo considera casi un hecho, pues tendremos vacas flacas en el rancho. Y cuando volteemos a ver la alcancía resulta que ya la rompimos y ya no tiene mucho.

P. D. Sé que para muchos es casi imposible pero tal vez deberíamos ir pensando en algo: en este panorama arriba descrito hay mucho de culpa de AMLO, del PRI, del PAN, del PRD, y de políticos de todos los colores que han pasado de partido en partido y de oposición a gobierno y de gobierno a oposición. Ojalá pensemos más en “políticos vs. ciudadanos” que en “pejezombies vs. derechairos”.