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Recuerdo esa Mirada (13.7.2015)

by | Jul 12, 2018

Recuerdo esa mirada.

Recuerdo la fecha de la anécdota: fue el 10 de enero de 1994. Yo había ido a Chiapas a pasar el fin de año y regresaba al DF a hacer mi sexto semestre de la carrera.

Diez días antes vio la luz el EZLN. Mi papá me avisó como a las 10 de la mañana del 1 de enero, que yo regresaba de la tradicional Fiesta de Fin de Año del Bonampak. Pocas horas después empezó el gran despliegue militar en plena Avenida Central de Tuxtla, con dirección a los Altos y la Lacandona.

En fin, que para el 10 de enero seguía el conflicto armado. Recuerdo haber sentido temor cuando vi que Samuel Ruiz (qepd) iba en el mismo avión de MEXICANA (qepd) que me tocaba abordar.

Por ese entonces la narrativa era que el Subcomandante Marcos era un hombre alto, de aspecto extranjero, piel blanca y ojos claros. Al bajar del avión en el AICM, los pasajeros nos encontramos prácticamente con un retén de Policías Federales haciendo “profiling”. Querían verificar que ninguno de los varones de cierta edad, estatura y color de piel fuéramos Marcos. Yo salí “sospechoso” en la barrida que me pusieron, y me tocó estar retenido alrededor de una hora contestando quién era, quién había comprado mi boleto, dónde vivía y a qué dedicaba el tiempo libre (a andar de fiesta, leer y a jugar dominó, basicamente). Al final me dejaron libre.

El primer día de clases, a la semana siguiente, fue el primer día que recibí la mirada. “¿Tú eres de Chiapas, verdad? Oye, ¿qué onda con la guerrilla y los rifles de palo y la pobreza de Ocotzingo (sic, así le decían) y el Chichonal y ser el estado más atrasado y no tienen McDonalds?”. Y eso que no se sabían las Siete Maravillas de aquel Chiapas: el aeropuerto sin aviones, el puerto sin barcos, la biblioteca sin libros, la carretera que no va a ninguna parte…

Incluso gente que me conocía y apreciaba hacía comentarios prejuiciosos sin darse cuenta: “tú eres bueno en matemáticas, ¡y eso que eres chiapaneco!”, “vi un reportaje de cómo viven en Oxchuc, pero seguro tú no vivías así”.

En clases, en la cafetería, en las fiestas. Era inevitable. Cuando sabían que yo era de Chiapas en esos primeros meses de 1994, la mirada de mis interlocutores cambiaba y el tema zapatista aparecía. Curiosamente fue el asesinato de Colosio lo que me libró de seguir recibiendo esas miradas de conmiseración.

El tema no pasó a mayores. No me afectó ni en la carrera ni para encontrar trabajo (aunque los comentarios “jocosos” siguieron). Pero recuerdo muy bien esa época de miradas cuando los demás sabían que yo era de Chiapas.

Hoy regresé a la oficina tras dos semanas de vacaciones. Hoy volví a sentir la mirada. Compañeros de varios países, al verme, hicieron la relación “mexicano – un delincuente se fugó – país bananero” y me preguntaban, sin salir de su asombro. Me daban ganas de decir que estaba afónico, que en realidad soy de Haití o que mi religión me impide hacer comentarios sobre fugas penitenciarias. Pero las noticias que salen en la prensa internacional sobre México pintan una realidad que no por incompleta es falsa. Y a ese México de los estudiantes que desaparecen y del presidente que hace tratos con contratistas que en cualquier país serían causal de renuncia… pues a ese México además se le escapa don Joaquín Archivaldo de la cárcel.

“¿Cómo te fue por México, Mauricio? Eh, por cierto [inserte aquí la mirada], ¿cómo ha estado eso del reo que se ha fugado?”. Miradas de conmiseración, de curiosidad. Gente tratando de entender cómo funciona México, por qué pasan esas cosas, y por qué cuando pasan… no pasa nada.

Esta vez también lo superaré. Con algo de suerte Maduro hará una tarugada pronto y ya le tocará a los venezolanos de la oficina ser el centro de las miradas.

Pero mientras tanto, me siento nuevamente como en 1994. Originario de la Comarca de las Malas Noticias y receptor de la mirada.

P. D. No entro en detalles de la fuga del Chapo porque honestamente no creo tener mucho que agregar a lo que ya se ha dicho, y sería imperdonable (citando al clásico) ser repetitivo.