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Cómo Manejar Mal un Problema (16.03.2015)

by | Mar 16, 2017

Cómo Manejar Mal un Problema

Empecemos por el principio. MVS tiene todo el derecho (y obligación ante sus accionistas) de cuidar que sus recursos materiales, tecnológicos y marcas registradas no sean utilizados para fines ajenos. Desde el reportaje de La Casa Blanca de EPN hay evidencia de que reporteros del equipo de Aristegui, pero que eran empleados de MVS, usaron recursos de la empresa para sacar una nota en la que la empresa no pintaba. Y no era cualquier nota. En lo que va del sexenio es LA nota, que espero solo sea superada por la petición de licencia de EPN para encarar las acusaciones de conflicto de interés que es tan obvio para la mayoría. Que con ese antecedente ahora Aristegui comprometa el nombre de MVS en Mexileaks sin consultar a la empresa es algo muy difícil de tolerar para el empleador.

Del lado de Aristegui, las pautas de comportamiento que le quisieron imponer son absurdas. Una cosa es limitar el abuso de confianza y evitar la distracción de recursos y otra que Carmen acepte que le den línea y le limiten los recursos. Usar los propios micrófonos de MVS para criticar a sus patrones es una afrenta, del mismo modo que la resolución de conflictos de MVS a base de desplegados es vergonzoza en una empresa que tiene a la comunicación como su modus vivendi.

La situación de MVS y Aristegui no era sostenible. Ni MVS podía firmarle carta blanca a Aristegui, ni Aristegui podía soportar las amarras que le querían poner. Había soluciones más obvias (crearle a Aristegui un espacio con marcas independientes y asignarle recursos a cambio de un porcentaje de los ingresos y la primicia en difusión, por ejemplo. O arreglar sus problemas en directo, no a microfonazos y desplegados) pero en domingo de puente llegó el desenlace.

A inicios de este sexenio Televisa tenía en Tercer Grado a su emisión más combativa. Grupo Imagen tenía a Pedro Ferriz y MVS a Aristegui. Hoy, casualidad o causalidad, ninguno de esos tres foros existe, lo cual incrementa el margen de maniobra de EPN al tener menos contrapesos críticos. Lo peor que nos puede pasar como sociedad es volver a los tiempos de esa prensa amordazada por el gobierno, y con radio y televisión sin ser tan incisivos un poco por complicidad y otro poco por el miedo de perder la concesión.

Afortunadamente cada vez más mexicanos tienen acceso a otros medios, sobre todo los accesibles vía Internet. A Aristegui no le debería ser difícil montar una plataforma digital y se llevará un buen porcentaje de su audiencia, porque la gente veía noticias en MVS por Aristegui, no viceversa.

Además (se vale soñar) en breve habrá dos nuevos canales de televisión abierta. Aristegui en uno y Ferriz en el otro (por ejemplo) se convertirían en una opción de peso, que forzaría a Televisa y a TV Azteca a ser más críticos o a perder rating en el intento. No tengo muchas esperanzas en la independencia que querrán mostrar frente al gobierno las nuevas cadenas, pero a mayor competencia hay más probabilidades de que pase.

Hacia adelante, hay esquemas como el de FOX con Los Simpson que pueden servir cuando un comunicador gana mucha relevancia: FOX gana mucho dinero transmitiendo el programa, que tiene total libertad creativa incluyendo criticar a la propia cadena. Ha sido un enfoque ganar-ganar. Habrá quien diga que como empresa hay que tratar igual a todos los colaboradores y que Aristegui o Messi o el Top Producer no deben recibir consideraciones especiales. Obviamente eso es falso. No es admisible para MVS lo que Aristegui les estaba haciendo, pero tampoco pueden creer en la empresa que ella era una periodista más y que cualquiera la puede sustituir.

La sociedad mexicana necesita escuchar todas las voces, y la de Aristegui es muy relevante. Desde luego que tiene una agenda y jala para su molino, pero en estos tiempos en que México sufre una embestida del Viejo PRI es mucho mejor un periodista que exagere a uno que se calle. En materia de libertad de expresión es mil veces mejor pecar por exceso que por defecto. Si ella arma una plataforma personal será muy exitosa, y si colabora en otra empresa espero que haya entendido de esta experiencia y negocie de antemano un contrato que le dé la independencia necesaria para seguir siendo la periodista que es hoy: crítica, tenaz e imprescindible.