Matemáticas Priistas con GeometrHiga
Como es bien sabido y ha causado derramamientos múltiples de bilis, ayer llegó el nuevo avión de la Presidencia de la República (que no del presidente) a su casa en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Yo, para meter polémica, estoy de acuerdo con la adquisición del avión. Primero empecemos desmitificando el costo, que cuando compramos un automóvil no le agregamos los servicios, tenencias, refacciones, gasolina, aceite, líquido de frenos y cambio de llantas que le haremos los siguientes veinte años, mientras que en el precio que se menciona del avión sí se están considerando todos los gastos de su vida útil de, digamos, cuatro sexenios.
La seguridad de EPN es muy importante. Y no, no es lo que parece. No es una defensa de su persona. Es que mal que bien (mucho más mal que bien) él fue electo para ser presidente. Y si su avión se estampa y él se muere, de entrada Osorio Chong (por quien nadie votó) tomará la presidencia, y luego el congreso dominado por el PRI-Verde-PANAL elegiría a un presidente interino (por el que votarían cuando mucho 628 personas).
¿Recuerdan que la mayoría de los electores se abstuvo de votar? ¿Recuerdan la campaña del voto nulo? Pues con la pena, los ciudadanos no generamos en el congreso los contrapesos suficientes. Porque en lo personal preferiría que quien sustituyera a EPN fuera acordado entre el bloque oficial y al menos uno de los partidos de oposición, a que sea nada más el bloque oficial. No es que el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano o MoReNa sean partidos inmaculados. Pero sí por lo menos descartarían a algunas opciones extremas en caso de que fueran necesarios para la votación. Pero no lo son. Si el viejo 757 de EPN tenía un accidente con consecuencias fatales, nos quedaban casi tres años bajo la presidencia de ¿Beltrones? ¿Moreira? ¿Fidel Herrera? ¿La Gaviota? Básicamente de quien quiera el conjunto de diputados y senadores del PRI-Verde-PANAL.
Entonces es mejor contar con un avión que minimice esa probabilidad. No debería ser ese un tema. ¿Y quién sabe? Tal vez al gobierno le encanta que esa sea la polémica. EPN no lo compró, EPN lo usará menos de la mitad de su sexenio, y otros presidentes lo seguirán usando varios sexenios más.
¿En dónde creo que debería estar la polémica? En el estacionamiento del avión. El hangar construido por Grupo HIGA. Aún imaginando que se le haya asignado sin favoritismo (jajajajajaja), que no hubo tráfico de influencias (jajajajajajajajaja) y que no le hayan metido importantes sobrecostos para repartir entre compadres (jajajajajajajajajajaja) pues la verdad es que las cuentas no dan. Nada.
El costo del hangar fue de $1,000,000,000. Mil millones de pesos. Para que el avión no se moje. Para que no le dé el polvo. Para que no lo pique un mosquito con chikungunya. Podemos suponer que el avión anterior estaba bien resguardado, y el nuevo mide apenas 10 metros más. ¿De verdad tenían que rehacer todo y gastarse mil millones, mismos que facturará quien hizo la Casa Blanca? ¿Por diez metros extra?
El aeropuerto actual de la ciudad de México será sustituido por uno que se inaugura el 20 de octubre de 2020. O sea que desde que llegó el avión (ayer) hasta que se mude pasarán 1,720 días.
Entonces el costo si el avión SIEMPRE duerme ahí es de $581,395.35. Más de medio millón de pesos por noche. ¿Está caro el valet parking, no? Más caro que hospedarse en un hotel en Dubái.
Pero la idea del avión es que sea utilizado. A EPN le gusta viajar hasta con el perico. Y viajar lejos. Vamos a pensar que en los casi cinco años que sigue abierto el AICM el avión duerme fuera de su hangar (ojo, recuerden escribir “hangar” con “h” de “HIGA”) durante 120 días. Suena conservador. ¿Pues qué creen? Que el costo por noche utilizada se va a $625,000 diarios. Ya quisieran el St. Regis o el Four Seasons tener esas tarifas. Y no sobre Reforma, sino en plena delegación Venustiano Carranza.
No se preocupen por el costo del avión. Es el de mercado. La seguridad de EPN es importante para los que son priistas e importantísima para los que no lo somos. No. Indígnense por el hangar que en adjudicación directo le dieron a Higa, y por el costo por noche que nuestros impuestos pagarán para que al 787 no se le vea ni una patinada de mosca.