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Lo que un día fue, no será

by | Jul 16, 2020

Para cualquiera que estuviera poniendo un poco de atención, desde marzo se sabía que la pandemia iba a provocar una enorme crisis económica que pondría en riesgo el crecimiento económico de todo el sexenio. Se tenían muchísimas alternativas, muchas personas desde todos lados del espectro político propusieron políticas públicas sensatas que ayudaran a paliar la situación (para caer menos) y permitieran impulsar la eventual recuperación (para subir más).

Don Ganso Necio no hizo nada.

Incluso a varios de los facilitadores del régimen les quedaba más que claro el problema al que nos enfrentábamos. Ellos tenían la ingenua esperanza de que AMLO entendía la gravedad de la situación, y que en el “informe” del 6 de abril se iban a presentar medidas contracíclicas sensatas. El propio Arturo Herrera dijo que iba a presentar el programa de estímulos después del informe. Varios pensamos que esperar algunos días era una locura y así lo expresamos.

Llegó el 6 de abril, y Don Ganso Necio siguió sin decir nada. Solo comentó que México era, junto con India, el país con menos casos de COVID19. Sí, en ese mundo vivía.

La realidad ahora es innegable. La economía de México caerá este 2020 en una magnitud no vista desde 1932 (es decir, no vista personalmente por nadie de las 7 personas que lean esto), y en 2021 el crecimiento de la economía será mediocre. Y no, no funciona lo de “pusesdeque eso pasó en todo el mundo”. Tampoco les sirve el “pusesdeque íbamos muy bien pero llegó la pandemia”. Para ser claros, en el periodo 2019-2021, que incluye antes, durante y (esperemos) después de la pandemia, México tendrá unos de los decrecimientos más grandes, solo eclipsado por países como Venezuela. En general se espera hoy que todos los países estén a finales de 2021 a niveles similares al inicio de 2019 (algo arriba, algo abajo), mientras que México es de los pocos países que estarán MUY abajo.

“Bueno, es que no se podía hacer nada. No hay nada de dinero, los de antes no dejaron recursos, la 4T no se va a endeudar, no había manera de apoyar más fuerte”. Pues no es cierto, y voy a ponerle numeritos al tema, no sin antes decir que como el Banco Mundial se encargó de anunciar, por supuesto que sí hubo deuda adicional. Pero hay mucha tela de donde cortar. Veamos.

Hasta el momento se han perdido alrededor de un millón de empleos formales. Imaginemos que en marzo se hubiera hecho un programa para apoyar a esa cantidad de empleos, donde el empleado ganara hasta $15,000 (para que no digan que es para ayudar a los fifí).

El gobierno pudo decirle a las empresas “antes de despedir empleados, lleguen a acuerdos con ellos. Si de alguien que gana $15,000, creen que es un empleado valioso pero ahora al no tener ingresos no les es factible pagarle, les ofrezco esta alternativa: que el empleado renuncie al 33% de su sueldo, ustedes páguenle solo el 33% y yo gobierno le doy otro 33%”. De este modo, el empleado valioso se queda con un sueldo de dos terceras partes de lo que tenía, tú empresa no pierdes capital humano ni te quedas sin caja para liquidarlo, y yo gobierno garantizo un millón de empleos (recordemos que cerrando número, los empleos formales en México son 20 millones, por lo que salvar al 5% de TODOS los empleos vigentes parece una causa que vale la pena).

Si ese programa hubiera tenido vigencia de 3 meses (abril, mayo, junio), hubiera sido tan exitoso que hay el millón completo de solicitudes, y cada empleado gana $15,000 al mes, el gobierno solo tendría que pagar 15 mil millones de pesos ($5,000 durante tres meses a un millón de trabajadores).

Puse “solo quince mil millones”. ¿Qué, quiero decir que no es mucho? Bueno, para mí pues sí. Hay días que no los gano. Pero para el gobierno federal no lo son. Y aquí no voy a hablar del tiradero de recursos en PEMEX y CFE, de la corrupción rampante, de los elefantes blancos consentidos del régimen (Santa Lucía del Cerro, Tren Maya y Dos Bocas), ni de la deuda que se pidió del Banco Mundial. Todo eso podía seguir. ¿De dónde se pudo por ejemplo tomar esos 15 mil millones de pesos?

Del programa Sembrando Vida. Ese programa tiene 40 mil millones de pesos de presupuesto para este año, y según sus propias cifras, en 2019 solo cumplió el 7% de su meta. De cada 100 árboles que debieron sembrar, solo se sembraron correctamente 7. Quiere decir que el 93% se desperdició. Si le recortan 15 mil millones de pesos, siguen teniendo muchos más recursos que los que necesitan para su 7% de éxito.

Así, pensando un poco, con un monto pequeño de recursos, actuando a tiempo, se pudo hacer mucho menos grave la crisis. Sí, de todos modos habría una recesión. Pero sería menos pronunciada. Y la recuperación sería mucho más rápida. Lo comenté desde abril en un artículo que se llamaba “hibernación”. El millón de empleos perdidos, que se ha convertido en un millón de historias de familias desesperadas por encontrar fuentes alternas de recursos, se pudo haber evitado usando un monto minúsculo, dejando intactos todos los programas favoritos de AMLO, los contratistas consentidos de Nahle y Bartlett y Zoé y Ana Guevara, las andanzas de terratenientes de Virgilia Eréndira y su Dr. Ackermansiones, y sin incurrir en deuda.

Se tuvo la oportunidad. Se dejó ir. Tendremos un sexenio perdido en cuanto a crecimiento.

Lo que un día fue, no será.