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Primero ayuden. Luego lean esto. (26.9.2013)

by | Sep 26, 2017

Estoy a favor de ayudar. Creo en la filantropía. Creo en la solidaridad y la empatía. Creo que lo correcto para los que más tenemos es ayudar a los que pasan momentos malos.

En el caso particular de los damnificados por Ingrid y Manuel, mi familia y yo hemos ayudado tanto con dinero como con víveres. El sábado llevé a mis hijos con una caja a la Cruz Roja para seguir despertando en ellos esa satisfacción de hacer lo que creo que es correcto.

Entonces, no escribo esto por egoísmo ni falta de solidaridad.

Ahora bien:

Imaginen un pueblo perdido en la sierra de Guerrero, al lado de un río desbordado en Tamaulipas o una colonia anegada de Sinaloa. La historia se puede repetir las veces que quieran, en todo el país, y no se necesita una catástrofe natural.

Dice una señora de un pueblo llamado La Cantera (dato real) a un reportero: “De La Cantera nadie habla. Perdimos todo. Y el apoyo no ha llegado”. El reportero pasa la nota, algunos se conduelen y donan, el gobierno trata de llegar al lugar para que no lo agarren a tuitazos. Muy bien.

Ahora veamos otro escenario: llega el mismo reportero al pueblo de La Cantera, la señora dice “perdimos todo”, y el reportero le dice “mientras aquí entró la Tormenta Tropical Manuel hubo una guerra mundial. Murieron todos y nada más quedamos ustedes y yo”. Creo que en ese momento la señora y el resto del pueblo cambiarían su actitud. Ya no “no nos han traído nada” sino “¿qué vamos a hacer?”. Tal vez emigrar, reconstruir en otro lado, dedicarse a otra cosa, ir por ayuda, cazar, pescar, recolectar. ¿Es difícil? Claro. Pero a veces pienso en los Sobrevivientes de los Andes. Muchos se salvaron porque cuando pensaron que ya los habían dejado de buscar, entonces decidieron caminar hasta llegar a un poblado. Estaban a varios grados bajo cero, con heridas y desayunaban literalmente a sus compañeros muertos. No era precisamente vacaciones en Cancún. No estaban mejor que nuestros damnificados, de hecho estaban peor. Creo que si ellos hubieran pensado “ya viene la ayuda, ya casi llega, merecemos apoyo, pinche gobierno, maldita gente poco solidaria” se hubieran muerto todos.

Varios damnificados, desde luego, lo están haciendo. Pero no creo que lo haga la mayoría. Otra nota que leí fue “estamos buscando comida en los montes EN LO QUE llega la ayuda”.

¿Digo que hay que dejar a los damnificados a su suerte? NO. No den lata con eso, lean la primera parte de lo que escribí. Pero de fondo hay una idea: “perdí cosas, alguien me las tiene que reponer”. Vemos más quejas de gente diciendo “hay mucho desorden en la entrega de la comida que nos dan los militares” y antes “hay mucha fila para que los aviones nos saquen de aquí” que gente diciendo “vamos a intentar nivelar el terreno con palas para que los militares lleguen más fácil”.

Y llegamos al problema de fondo: mucha gente quiere que los demás le resuelvan sus problemas. Yo en lo personal (va por tercera vez) estoy a favor de la ayuda, de la solidaridad. Pero las personas estarían mejor si intentan tomar el control de su destino. Un poco más como los jugadores de rugby de Los Andes.