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Si no es Chano, es Juana

by | Jul 10, 2017

Si no es Chano, es Juana (Buenaonditas I)

 

No tengo amigos cercanos que sean transexuales o que se asuman como de género indeterminado. Sí he convivido con personas no tan cercanas a mí que han cambiado su género percibido.

 

El tema de cómo referirme a esa persona es muy fácil: si lo conocí como Chano, si sé que lo criaron como hombre, si la vez pasada que lo vi usaba ropa masculina, si siempre le he dicho Chano, pero me dice que quiere que le llame Juana, pues sencillo. Si no es Chano es Juana. E intentaré referirme a ella usando el femenino. Si ya se operó o no, si usa terapia de reemplazo hormonal o no, si cambió su acta de nacimiento o no, todo eso me importa poco. La llamaré Juana porque eso le gusta a ella. Del mismo modo que un Francisco me puede decir que prefiere que le diga Paco o Pancho o Frank o El Mofles sin que yo haga demasiadas averiguaciones extra, del mismo modo a Chano le digo Juana si eso la hace sentir mejor.

 

Además pelearé por los derechos de Juana. Los derechos son universales. Si cuando era Chano se podía casar con una Chana, ahora que es Juana que se case con la misma Chana del ejemplo pasado o que se busque a un Juan. Si ambos son mayores de edad y es con consentimiento, adelante. Y que se le pidan a Chana los mismos requisitos para adoptar hijos que a cualquier otra persona, sin discriminación de ninguna especie.

 

Bien.

 

En lo que no estoy de acuerdo es en estar sujetos a dictaduras progres bienpensantes que nos obliguen a cambiar el lenguaje en algunos casos con consecuencias punitivas.

Si vamos a un diccionario y vemos a quién agrupa el término “todos los mexicanos”, notaremos que no excluimos a nadie que lo sea. Hombre que se cree hombre, hombre que se cree mujer, mujer que se cree madre y padre a la vez, niño indígena, anciano con Parkinson, católicos y ateas, doctoras y bomberos. Si tu nacionalidad es mexicana entras dentro de esa frase.

 

¿Tiene alguien el derecho a indignarse si cree que “todos” no lo representa? Sí. Todo el derecho que quiera. Que se indigne. Pero no puede forzarme a cambiar mi manera de hablar o a alterar todo el idioma para sentirse aceptado, porque es una historia de nunca acabar que ya está teniendo consecuencias ridículas.

 

El que quiera escribir “todes” o “todxs” o “tod@s” que lo haga. Faltaría más. Pero que no diga que es para ser más inclusivo. Sí, incluye a personas que no se identifican con un género o que opinan que la “o” de “todos” excluye a las mujeres. Pero excluye a millones de personas (mujeres y hombres) que no nos identificamos con “todes” o “todxs” o cosas así. Y llegamos a casos extremos como el de Leo Soell.

 

Leo Soell una persona que trabaja dando clases en Oregon, Estados Unidos. No quiere que se use para referirse a su persona “él” o “ella” sino que quiere que se use en inglés “they”, que traducido al español es “ellos”. Entonces Leo Soell pidió que nadie diga que “él vino temprano” o “ella vino temprano” sino “ellos vino temprano”. Insisto, Leo puede pedir lo que sea. El caso es que había profesores que no usaban “they”, y demandó al distrito escolar porque le causaba angustia que la gente no usara el pronombre que quería, y pues ganó 60,000 dólares en daños. No lo inventé, lo pueden buscar en Google.

 

¿Estamos todos locos, como dice Gil Gamés? ¿Puedo yo pedir que me llamen Su Santidad y que los católicos que se nieguen me paguen dinero? ¿Puedo pedir que cuando me escriban se refieran a mí como “Dios”, y los judíos que suelen escribir “D-os” o “D’s” me van depositando cada que no me pongan el nombre completo? ¿Me cambio de nombre a Ixtaczoquitlán Parangaricutirimícuaro Dzibilchaltún y si un suizo lo pronuncia mal me asumo como angustiado y que me mantengan en un chalet alpino mientras canto “abuelito dime tú”? Nunca acabaríamos con esto.

 

Y siempre me ha llamado algo la atención con el lenguaje incluyente: no importa si excluye a mucha gente, mientras no excluya a gente que haga suficiente ruido en redes. Lo incluyente termina significando “políticamente correcto para que no te quemen en leña verde los más vociferantes”.

 

¿A qué me refiero? A que muchos dicen que se debe usar por ejemplo “todxs” para VISIBILIZAR a personas que no se sienten VISIBILIZADOS con “todos”, y que deben tener ese DERECHO. Vean como usan mucho “visibilizar”. ¿Ya vieron? Bien. Tienen buena vista.

 

¿Por qué los que usan lenguaje incluyente excluyen a los ciegos al usar “visibilizar”? Sí, hay personas que no se sienten ni hombres ni mujeres. Pero también hay personas ciegas. No sé si sean más, no sé si sean menos. Pero no es relevante. ¿Por qué usar la palabra “todos” molesta a los partidarios del lenguaje incluyente, pero usar “visibilizar” no? Es absurdo. La palabra todos, si van al diccionario, nos incluye a todos y todas y todes y tod@s y todxs. Pero “visibilizar” excluye a la gente ciega. No es cuestión de interpretación. Es una exclusión directa.

 

¿Y del “derecho” qué podemos decir? ¿Por qué se llaman derechos y no izquierdos? ¿Por qué los del lenguaje políticamente correcto no se quejan del uso de la palabra “siniestro” que significa izquierdo? Mi hermano y mi hijo menor son zurdos. ¿A dónde paso por mi cheque cuando alguien los excluya? 

 

El tema da para mucho. Cuando alguien asocia “mexicanos” y “tequila” yo no me siento incluido porque soy mexicano pero no me gusta el tequila. ¿Y? ¿Hay que cambiar entonces esa asociación para que yo me sienta incluido? No lo creo. Si una prenda de ropa es unitalla significa que me va a quedar ridículamente chica o que de plano no me la pueda poner ni a presión. No pasa nada. No siento que me odien los que hacen prendas unitalla, solo que ocupo mucho más volumen que el promedio.

 

Total. Si naciste Chano pero quieres que me refiera a ti como Juana, me tienes como aliado. Si alguna vez se me pasa referirme a ti en femenino, perdóname. No me demandes. No hay un solo derecho que yo crea que alguien deba tener y tú no. Ninguno. Sé que la sociedad te dificulta muchas cosas por prejuicios absurdos y lucharemos contra eso.

 

Pero no creo que se deba de cambiar todo el lenguaje para incluir cada matiz que cada persona quiere poner. Sí, tú puedes inventar tus palabras si te gusta. Pero si los demás no las usamos no somos monstruos, no te odiamos, no te queremos extinguir. Golpearte, violentarte, negarte derechos, discriminarte, humillarte, todo eso está mal. Contra eso hay que luchar y estoy contigo. Pero dejemos al lenguaje en paz antes de que los que no tienen lengua nos digan que los estamos ignorando.

 

 

 

P. D. I ¿Qué pasaría si el idioma cambiara y para englobar a todo un conjunto se usara “todas” y no “todos”? En lo personal no me pasaría mucho. Soy hombre pero no me molesta nada que para referirse a los varones se usen palabras como patriota, profesionista, estratega, atleta, artista, hedonista o periodista. Cierto, acaban con “a”. Pero uno ve la definición y nota que incluye también a los hombres y ya está.

 

Hay frases como la de los baños para varones en los antros que dicen “LA personA que seA sorprendidA blablablá será consignadA a lAs autoridades”. ¿Muchas A en una sola frase, no? Si nada más los varones leemos eso, ¿por qué no escriben una que tenga más O? ¿Por qué no hacemos un movimiento de indignación nacional? Pues porque no tiene caso. Así como “todos” incluye hombres y mujeres sin ser machismo, “la persona” incluye a un hombre o a una mujer (o a quien no se defina como ninguna de las anteriores) sin ser feminismo. Sí, podemos hacer que “todas” signifique hombres y mujeres y “todos” simplemente hombres. Pero no tiene caso. También podemos hacer que los perros se llamen “gatos” y los gatos se llamen “locomotoras”. Mejor ocupémonos de otras cosas más relevantes.

 

P. D. II Si cambiamos a “todes” en vez de “todos” vamos a entrar en situaciones interesantes. Todas, todos, todes. Parece fácil. Pero “manco”, “manca” y ¿”mance”? No. Suena a jefe de gobierno. Debería ser “manque”, manque suene feo. Los millennials escribirían “manke” para ahorrarse caracteres. O esperarían al emoticón que significara mancos y mancas. O manques, perdón.

 

“Pequeños, pequeñas y pequeñes”. Suena a pequeñez mal escrito. Y sí, además suena al Perro Bermúdez. Nada más por eso debemos desechar esa manera de escribir.

 

“Briagos”, “briagas” y ¿”briages”? No parece correcto. Habría que decir “briagues”. Cambiemos los diccionarios por si hay briagues que no se sienten identificados como “briagos” o “briagas”.