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De cómo ganarle a la mafia en el poder (17.06.14)

by | Jun 16, 2017

SOLUCIONES PARA HUMANOS, NO CONSUMIDORES
(O de cómo ganarle a la mafia del poder).

Pocas cosas me dan más ternura que cuando en redes sociales una persona dice, en respuesta a los que somos liberales, “es que yo soy humano, no consumidor”.

El comentario es absurdo. Primero porque para ser consumidor, entendido como quien entrega dinero a cambio de bienes o servicios, es requisito indispensable ser humano (por lo menos en este planeta. En Kepler quién sabe cómo le harán).

Más allá de que todos consumimos -sea que paguemos por ello o no – por lo menos comida, bebida y una combinación de oxígeno, nitrógeno y argón (sin forma definida ni color), es verdaderamente risible leer en Twitter “soy humano, no consumidor”, escrito por gente que no logra percatarse que para comentar eso están consumiendo un servicio llamado Twitter, además de un servicio de datos y una tablet, smartphone, PC o media hora del cibercafé. El que realmente no consume, no está en Twitter.

Si a lo que se refieren es a que la dignidad de la persona está por encima de su papel de consumidor, pues desde luego. Y si están en contra del consumismo, aquella idea de gastar lo que no se tiene para comprar lo que no se necesita para impresionar a los que no te interesan, pues estoy de acuerdo también y comparto su opinión.

Esa renuencia a ser vistos como consumidores se debe sobre todo a que esas personas “progres” suelen odiar a las empresas, y tienen todo el derecho a manifestarlo en redes sociales, aunque por cierto así ayudan a enriquecer a los accionistas de Twitter, Facebook, Telcel, Movistar, Axtel, Motorola, Apple y anexas.

Su desprecio por el libre mercado suele ser total. Sin embargo tomaré tres ejemplos de sus Villanos Favoritos y las recetas para acabar con ellos.

BANCOS: Los progres dicen que es un negocio parasitario y fácil. La gente que está en los bancos no hace nada más que pagarle el 1% (menos comisiones) a los que tienen dinero y cobrarle 60% (más comisiones) a quien solicita un crédito. Pues hay una solución: PONGAN UN BANCO. En México hay más de 40 bancos. Si tomamos en cuenta los 16 millones de votos que tuvo AMLO en las elecciones pasadas, más los 5 millones (vamos a creerle) que le robó la Mafia del Poder, llegamos a 21 millones de posibles accionistas. Con que cada uno le ponga cien pesitos (menos de lo que suelen consumir estos “no consumidores” al mes en estar conectados a Redes Sociales) tienen lo suficiente para hacer el banco. Como les encantan las consultas populares, pues que los 21 millones las hagan para ponerse de acuerdo en Consejo de Administración, Dirección General, política de dividendos y niveles de tasas y comisiones. Desde luego, ese banco podría empezar con 21 millones de clientes, y si es tan fácil pagar mucho más y cobrar mucho menos que los malvados bancos tradicionales, pues lograrán dos efectos: el primero es que les quitarán clientes, y el segundo es que los bancos tendrán que mejorar sus condiciones para no quebrar. Desde luego los directivos del banco no ganarían mucho más que los cajeros, procurando la igualdad que tanto proclaman.

TRANSGÉNICOS: Cuando se habla de Organismos Genéticamente Modificados, siempre se termina hablando de lo malo que es MONSANTO. C. Montgomery Burns y su planta nuclear palidecen ante lo ruin que es esa compañía. Pues hay una solución: HAGAN SUS PROPIAS INVESTIGACIONES. La mayor parte de los alumnos de la UNAM, el IPN, Chapingo, UAM, UACM, y universidades públicas estatales votaron por AMLO. Centenares de miles de estudiantes. ¿No pueden mil de ellos conducir sus propias investigaciones, completamente ajenas a las de MONSANTO, con el apoyo económico del resto de los que detestan a los que pensamos que “con o sin maíz, de todos modos hay país”?

WAL*MART: No importa si emplea a centenares de miles de mexicanos. No importa que nunca hayan obligado a alguien a entrar a sus tiendas. Esa empresa es gringa, es grande, y debe ser atacada porque le da en la torre a las tienditas de la esquina. Pues hay una solución: COMPREN EN LAS TIENDAS DE SUS ESQUINAS. Nuevamente, estamos hablando de 21 millones de personas. Suficiente para que florezcan los tendajones.

De nada, señoras y señores progres. Les acabo de dar tres recetas baratas y al alcance de las manos para tronar a los bancos, a MONSANTO y a WAL*MART. Estoy seguro que las pondran en práctica inmediatamente. Porque lo otro sería creer que su indignación es de dientes para afuera, que les encanta repelar en redes sociales pero no hacer nada en la realidad, que se llenan la boca hablando de la defensa de la economía popular pero van a comprar a las grandes tiendas de autoservicio porque pueden pagar a meses sin intereses con su tarjeta de crédito participante, y que aunque tengan en la esquina de su casa una tiendita, prefieren caminar una cuadra más para llegar al OXXO, porque ahí pueden hacer una recarga de $100. Lo que es muy útil porque con esos $100 les alcanza para lanzar miles de tuits y participar en cientos de causas de change.org o páginas similares.

Mi pronóstico es que los progres no pondrán un banco, no apoyarán la investigación en biogenética y seguirán consumiendo en las grandes cadenas. Si estoy equivocado, rápidamente me lo podrán probar. Sin embargo lo más probable es que sigan tratando de cambiar el mundo, un tuit a la vez. Porque además de ser humanos, son consumidores incongruentes.