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…Y yo tan solo soy un pobre soñador (6.4.2016)

by | Abr 6, 2017

Y yo tan solo soy un pobre soñador.
(Medidas Extremas Contra la Contingencia)

¿Se acuerdan del TWISTER, ese juego que empezaba con “mano izquierda en rojo y pie derecho en azul”, y acababa con todos enredados?

Para los que no lo recuerdan, era un tapete de colores que me recuerda a las disposiciones del doble Hoy No Circula.

Para los que lo recuerdan, y de ahí surgió un bonito romance adolescente, nada más sonrían, suspiren, y sigan leyendo.

Pues bien, hoy la CDMX tiene doble Hoy No Circula. El transporte público es insuficiente, UBER sube sus precios ante el exceso de demanda (que es como decir que el agua moja), y agréguenle todas las penurias que quieran.

El gobierno justifica estas medidas extremas por temas de salud. Tienen razón: la salud es muy importante y hay evidencia de una correlación inversa entre calidad del aire y enfermedades respiratorias. Sacar al 40% del parque vehicular en un día, avisando con 12 horas de anticipación, sí parece extremo. Yo voy por más.

Díganme “loco”, pero creo que estas medidas son paliativos que no resuelven el problema de fondo. Yo voy a irme a extremos que bordean la insensatez.

Va:

Creo que la calidad del aire en la CDMX puede mejorar si sacamos de circulación de manera definitiva automóviles. Y aunque los ciudadanos chilangos deben hacer su parte, también el gobierno puede cooperar con más que ese ridículo “comparte tu auto” de funcionarios. ¿Cómo propongo ese retiro definitivo de autos? Retirando a quienes los usan de la CDMX.

Y aquí viene lo revolucionario, una idea “outside the box”, que desafía la lógica (por eso el gobierno no la ha tomado ya).

Pienso (perdón por la locura) que se podría cambiar la Secretaría de Marina a un lugar en donde hubiera mar. Sí, búrlense de mí. ¿Suena loco, no? Pero eso haría que quienes hoy trabajan ahí se muden a Veracruz, digamos. Entonces dejarán de vivir en la CDMX. Entonces sus autos dejarán de circular.

Pero mi insania no termina ahí. Se me ocurre que la Secretaría de Agricultura podría irse a un lugar en donde haya campo para cultivar. O cambiar a los burócratas del área de Pesca a un (seguro que esto, amable lector, no lo ve venir de tan absurdo que suena) lugar donde haya peces. ¿Cambiar Turismo a Cancún? ¿La SEDESOL a Chiapas? Claro, qué tontería. Solo lo propongo porque de verdad creo que se necesitan medidas extraordinarias.

Lo anterior trae problemas, desde luego. Ahora el Secretario de Marina se puede reunir más fácilmente con EPN dado que viven en la misma ciudad. Uno nunca sabe cuándo Honduras nos va a declarar una guerra naval, entonces entiendo que no se debe cortar la comunicación. Lo mismo aplica para el resto de entes gubernamentales que propongo descentralizar.

Ahí viene la segunda parte de mi idea descabellada: si el encargado de Pesca ya no vive en la misma ciudad que un interlocutor de SHCP al que necesita contactar, ¿cómo lograr ese vínculo? Se me ocurre, hablando al aire (no le hablen al manicomio todavía) que podrían comunicarse por teléfono. O por correo electrónico. O por una INTRANET. Teleconferencias. Audioconferencias. Fax. No sé. Alguna manera debe haber para que alguien que viva en Campeche (si mi estupidez de pensar que ahí hay mar, entonces ahí podría estar Pesca) pueda comunicarse con alguien de México. Llámenme loco, pero si la humanidad logró que una nave se posara en un cometa y nos mandara señales, acaso el gobierno mexicano se las pueda ingeniar.

Hagan cuentas. Podemos sacar centenares de miles de autos de circulación, y más de un millón de personas, simplemente descentralizando. Mandando a Agricultura al campo. Usando tecnología de comunicación para que no se pierda el contacto.

No sé, gobierno. Piénsalo.