En un mes toma posesión Peña Nieto. Propongo que tomemos una decisión arriesgada: vamos a venderle México a Disney. No nos puede ir peor.
Si Star Wars con apenas 25 años de existencia vale cuatro mil millones de dólares, seguro nuestro país con sus tradiciones milenarias vale mucho más. Con el producto de la venta le hacemos como dijo AMLO en el primer debate: nos repartimos la lana entre todos. A los que tienen muchos hijos tal vez incluso les alcance para comprar TSURUS.
Claro, corremos un riesgo: que Disney nos imponga un gobierno del Lado Oscuro de la Fuerza, con imperios malévolos y gastando dinero en obras faraónicas que se destruyen muy fácilmente.
Pero pensándolo bien, no estaríamos tan diferente. En vez de Estela de Luz tendríamos Estrella de la Muerte Versión III Región IV. Si nos toca Jabba the Hut nos hace los mandados: ya hemos podido lidiar con Elba Esther. El negro Darth Vader no puede ser peor que el Negro Fidel Herrera. Los Storm Troopers aprenderían de torturas y narco con los policías locales. Peña Nieto tiene el nivel intelectual de Jar Jar Binks.
Y al final, el Imperio no podría hacer ningún arma suficientemente letal como para destruirnos. En cuanto vengan a tomar posesión y recauden el dinero, los priístas les robarán toda la lana y no podrán construir nada.
Además, estaría bien eso de ir a Disneylandia o Disneyworld sin llevar pasaporte ni visa, ¿no?