Select Page

Lo que Voltaire no dijo

by | May 5, 2020

Lo que Voltaire no Dijo [05.05.2014]

Muchos le atribuyen erróneamente a Voltaire la frase “no estoy de acuerdo con tus ideas, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlas”.

Traigo el tema a colación por las preguntas de Alfonso Cuarón a EPN sobre la Reforma Energética. Desde luego, Cuarón puede tener las ideas que quiera, y su fama y dinero le permite difundirlas mejor que a la mayoría de los mexicanos.

En lo personal eso de pedir debates con el presidente, sobre un tema que ya está debatido hasta la saciedad, se me hace ocioso. Y si cada uno de los 115 millones de mexicanos pedimos nuestra media hora de debate con el presidente, los diputados, senadores, gobernadores y demás, no vamos a terminar nunca.

Ligo además el tema con el de otras personalidades que han discrepado de los gobiernos de sus países (con todo derecho) y han alabado, visitado, promovido o ayudado a gobiernos de ideología radicalmente diferente a la de sus lugares de origen.

Desde un exbasquetbolista exesposo de Madonna, hasta un recientemente fallecido Premio Nobel de Literatura oriundo de Aracataca. Desde un gran director de cine como Oliver Stone hasta un gran actor como Sean Penn. Maradona, Noam Chomsky, Fernández Noroña. Desde luego hay muchas otras personas que (con todo derecho) apoyan esas causas, pero centro mi comentario en los famosos.

Sobran las fotos de los personajes anteriores con dictadores cubanos que llevan en el poder 60 años, o con un caprichoso heredero de Corea del Norte; con Hugo Chávez o su copia degradada, Nicolás Maduro.

Y está bien. No tengo problemas en que Cuarón diga lo que considere conveniente. No tengo problema en que García Márquez se tomara fotos con Fidel Castro a la menor provocación.

Mi única duda es, ¿por qué esa gente no se va a vivir a los países que tanto admira y cuya ideología tan fervientemente defienden? Alfonso Cuarón reside en un país donde el petróleo no es de todos los estadounidenses ni del gobierno, sino del dueño del rancho de donde brotó. García Márquez optó por venir a vivir a México, no a Cuba o a su vecina Venezuela. Gente como Oliver Stone, Sean Penn o Dennis Rodman se ven muy bien cuando apoyan al dictador hereditario de Corea del Norte, pero por alguna razón prefieren regresar a su mansión en Malibú, a seguir expresando sus ideas.

Pero no es privativo de las grandes personalidades, desde luego. Resulta que siendo Estados Unidos un país donde hay muchísimos menos derechos laborales que en México… ¡los migrantes en busca de trabajo tradicionalmente han ido de acá hacia allá! A pesar de que en México los derechos de los trabajadores están plasmados en la mismísima constitución, y en Estados Unidos no tienen ni de cerca la misma jerarquía jurídica, algo habrá en los países más liberales que hace que sea posible prosperar más. Porque el caso de la migración de latinoamericanos a Estados Unidos se repite con gente de Europa del Este, África y Asia con rumbo a Europa Occidental.

El caso extremo, creo, es Cuba. El país se está vaciando a pasos agigantados, con gente dispuesta a arriesgar su vida subiéndose a balsas improvisadas con tal de llegar a suelo gringo. Berlín quedó como otro claro ejemplo.

Silvio Rodríguez, en su “Canción en Harapos”, hablaba sobre ese tema. Qué fácil es para alguien como Sean Penn hablar maravillas de regímenes dictatoriales desde la comodidad de su mansión, sabiendo que no va a ser perseguido por su opinión.

Pero bueno. Mientras tanto, le propongo algo a Cuarón. Mientras él siga en Estados Unidos y en lo que se le hace el debate con EPN, que únicamente compre gasolina para sus autos en las estaciones que yo le diga. Porque no es muy justo que él allá pueda ir a la gasolinera de la marca que quiera, pero pretenda retrasar la entrada en vigor de una ley que me pretende dar a mí ese mismo derecho de elección.