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¿Quién es el culpable? (16.12.2014)

by | May 22, 2018

¿Quién es el Culpable?
De dólares y Bolsas de Valores

No necesito de muchos comentarios previos. Es del dominio público que, más o menos desde que se intensificó el problema de los hechos de Iguala y el de las Casas HIGA, el dólar sube y sube; y la Bolsa de Valores baja y baja.

Como la rumorología está a todo vapor estos días (“los vacíos se llenan”, diría el clásico), debido a la bien fundada incredulidad ante el, digamos, “gobierno” de EPN, vamos a analizar las posibles causas de esos movimientos adversos.

La Culpa es de la Corrupción de EPN.

Hay quien dice que las variables financieras se debilitan por culpa del gobierno federal. El escándalo de tráfico de influencias, la pésima Reforma Fiscal, el gasto improductivo, la corrupción, el diezmo, el subejercicio, el gabinete incompetente… todo el bagaje del Viejo PRI corregido (para peor) y aumentado (ídem). Si ni siquiera la licitación del tren a Querétaro pueden sacar, si las reformas no cuajan, si lo único que el equipo de EPN firmó ante Notario y sigue en pie es el patrimonio inmobiliario adquirido a HIGA… ahí está la reacción de los mercados.

La Culpa es de los Vándalos Revoltosos y AMLO, su Pastor

Hay quien dice que las variables financieras se debilitan por culpa de las marchas, bloqueos, robos de camiones y todos los demás males asociados con las protestas. Y detrás de ellas hay grupos afines a AMLO. ¿Cómo queremos que no caiga el peso mexicano si hay escenas de la puerta de Palacio Nacional quemándose? ¿Podemos pedir que lleguen inversiones si el Poeta Molotov nos demuestra su arte incendiario y encima lo defienden como si fuera héroe? Obvio que las empresas están hartas de que les secuestren camiones, los hoteleros de Acapulco son víctimas cotidianas, y si hay miles de revoltosos destruyendo propiedad pública y privada impunemente pues… ahí está la reacción de los mercados.

¿En qué quedamos? ¿La culpa es de EPN, es de los seguidores de AMLO? ¿O, como muchos piensan, es de los dos?

Pues en realidad, la respuesta es Ninguna de las Anteriores. Desde luego que el panorama actual de México no invita a la inversión, por una mezcla de un gobierno corrupto que no hace valer el estado de derecho, y un grupo minoritario pero muy vociferante que está interesado en generar mártires y dinamitar a las instituciones. Pero esos terminan siendo factores salvables. Hay empresas acostumbradas a operar en entornos peores. Desde luego para hacerlo piden a sus proyectos de inversión tasas de retorno muy altas que reflejen el riesgo percibido, y eso es un costo para los mexicanos.

La realidad es que así tuviéramos un país de primer mundo (ja) con un principal líder de oposición que le guste construir acuerdos (jaja) y un gobierno eficiente (jajaja) y honesto (jajajaja), de todos modos el peso se hubiera depreciado. El dólar se está fortaleciendo contra todas las monedas, no nada más contra el peso. La caída de los precios del petróleo no es imputable a EPN ni a AMLO, y es uno de los principales causantes de esta volatilidad. Para comprobar que el problema no es privativo de México, miren si bajas como las que ha habido en la Bolsa Mexicana de Valores estos días son aisladas o parte de una tendencia mundial (spoiler: es lo segundo).

No tiene caso entrar en todos los detalles externos. Es fácil demostrar que aunque México hubiera estado aún en la ilusión del Mexican Moment nos habría afectado esta crisis. Colombia o Rusia, países petroleros como el nuestro, han tenido igual afectaciones. Pero si se les hacen bananeros, pues pongamos el caso de Noruega, país muy bien gobernado (excepto por los encargados del NRDA en la entrega del Nobel a Malala) pero que también se ha visto afectado en su corona (su moneda, no la cerveza) y en su Bolsa de Valores.

Desde luego que la afectación en México podría ser algo menor. Obviamente el rublo se ha devaluado más que la corona. Pero más allá de grados, los movimientos financieros de estos últimos días obedecen mucho más a fenómenos internacionales que nuestro desbarajuste interno.

A pesar de la evidencia abrumadora del carácter global del tema, seguiremos escuchando a diazordacistas de clóset culpar de la volatilidad a “los revoltosos” y a los epigmenios culpar a “la mafia del poder”. Estas líneas van para los que están hartos de ambos grupos. Esta vez el problema no viene de ahí.