El problema empezó en el norte. Desde el sur no nos dimos cuenta, lo veíamos como algo lejano, que solo pasaba en Sinaloa o Tijuana. Pero ha seguido avanzando lentamente hacia abajo, implacable. Ahora ya no es algo que solo se ve en los medios masivos.
Es momento de ser valientes y de que salgamos a defender el país: DIGAMOS NO A LA MÚSICA GRUPERA Y DE BANDA.