¿Y si le crecen los enanos?
En México hay una larga tradición de partidos paraestatales. Tan reciente como el pasado junio, para afirmar que el PRI iba a controlar la Cámara de Diputados, se usó el recurso de sumar en automático las bancadas del PRI y el Verde.
¿Y si de repente el Verde le sale respondón al PRI?
Primero un poco de historia: El Verde no es un partido paraestatal, y no lo ha sido desde su nacimiento. Desde el principio ha sido un partido prostituto. Se va con el mejor postor. Y congruentes con su historia, lo pueden volver a hacer.
La primera alianza del papá del Niño Verde fue con Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. En el 2000 fue con el PAN. Pero no obtuvo lo que quería, y se refugió en brazos tricolores, cuando se podía establecer vía un acuerdo el porcentaje que le tocaba a cada integrante de la coalición. Y cada renovación le salìa más cara al PRI.
Con el cambio de reglas electorales, el Verde siguió aliado con el PRI. Pero empezó a exigir más cosas, hasta terminar en poder postular a un candidato propio a gobernador, Manuel Velasco.
Más o menos esa es la situación actual. Y en el PRI quieren creer que así seguirá. Yo no lo creo.
Para ponerlo claro, analicemos la última elección federal. El PRI llevó la batuta en 31 entidades y el Verde en una. Y resulta que al Verde – PRI le fue mejor que al PRI – Verde. Mucho mejor. Mejorcísimo. Para que nos entendamos, dobleteó el porcentaje. De ese tamaño.
“Claro, porque el Verde domina en Chiapas y por eso tuvo tanto porcentaje”, pensará algún priista envidioso. Pero el Verde lleva tres años en Chiapas, mientras que el PRI ha gobernado sin alternancia en Veracruz, Hidalgo, Durango, Tamaulipas o Campeche, por poner algunos ejemplos. Y sus resultados estuvieron abismalmente lejanos al de Chiapas.
El PRI perdió Nuevo León (aquí “perder” es un eufemismo), Michoacán y Querétaro. Sufrió en Nayarit, San Luis y Sonora. De los estados con elección de gobernador nada más tuvo un día de campo en Campeche. Mientras, Chiapas se salía de la gráfica.
El Verde, creo, ya lo detectó. Lo que tienen de tramposos lo tienen de inteligentes. Entonces en las recientes elecciones locales en Chiapas venadearon al PRI. En la foto fueron aliados. La realidad es muy distinta: por el Congreso fueron juntos, con candidatos palomeados por Velasco. Y como ganaron en todos lados, en el Congreso Local no se ve un priista capaz de retar al gobernador. Y en las elecciones municipales el Verde le vio la cara al PRI: postularon candidatos de unidad nada más en Tuxtla y Tapachula. En los otros 120 municipios se dieron hasta con la cubeta donde llevaban las tortas para los acarreados.
En lo que el PRI se acomodaba, ya tenía enfrente a dos partidos paraestatales propiedad del gobernador. Al PRI le interesaba ganar Comitán porque de ahí es el líder estatal pero precisamente por eso Velasco se empeñó en que Comitán fuera Verde. Así fue, al igual que San Cristóbal. Al final el PRI se quedó con municipios poco importantes, el Verde ganó en muchos más, y para rematar los partidos paraestatales casi ganan el mismo número de municipios que el PRI. Para que se note de qué lado masca la iguana verde.
¿Qué ha pasado en las últimas semanas? Que la popularidad de EPN va en caída libre, que los suspirantes priistas aparecieron hasta abajo de la encuesta de REFORMA, que el PRI está paralizado por la elección de su presidente… y el Verde está viendo al barco tricolor hundirse, y no se va a querer ir a pique. Y ya si va a seguir en la alianza, pues será a otro precio radicalmente diferente.
Un buen botón de muestra de que PRI y Verde no son lo mismo se dio ayer: mientras todos los priistas estaban grillando por lo bajo pero siendo institucionales en público para esperar a que EPN les dijera quién presidirá el partido, Manuel Velasco tuitea felicitando a Manlio. O lo hizo sin consultar a EPN, o lo hizo a cambio de algo. Pero no lo hizo por orden de EPN a cambio de nada.
El año siguiente hay 12 elecciones para gobernador. Yo creo que el PVEM puede pedir mínimo tres. Y no las más peleadas, como Puebla. Va a querer flancitos. Claro, el PRI puede negarse, pues al final es el partido más grande.
Pero el Verde tiene un as, EL as, bajo la manga. ¿Qué le parecería al PRI que el Verde dijera, digamos, “estamos analizando echar para atrás la Reforma Fiscal porque creemos que no ha obtenido los resultados que pensábamos”? El PAN lo trae como bandera de campaña, y dada la impopularidad de la reforma suena probable que PRD y MC se sumen de inmediato. ¿Se animaría MoReNa a apoyar al PRI para evitar que baje el ISR? No en esta galaxia. Con un detallito de esos rompen la Ley de Ingresos, el Presupuesto de Egresos, y suben su popularidad a costa del PRI. Lo que a su vez los dejaría listos para el siguiente round: o le sacan más jugo a su alianza, o se van a otro lado sin el menor remordimiento.
Tras las elecciones de junio, las matemáticas en la conformación de la Cámara de Diputados parecían aburridas, como antes de 1997. Pero si el Verde decide, así sea en algunos temas, amagar con romper la alianza, combinaciones muy interesantes emergen. El PRI lo sabe, y solo le queda ceder lo menos posible. El Verde lo sabe, e irá a la yugular.
Porque por más querido que se sienta el cliente, la prostituta nada más está con él mientras reciba un pago que le compense tiempo y esfuerzo, y no haya otro cliente que pague más. Así de simple.