Select Page

El dinero sí crece en los árboles (21.7.14)

by | Jul 21, 2017

EL DINERO SÍ CRECE EN LOS ÁRBOLES
(O al menos eso piensan algunos).

Escribí hace algunos meses sobre lo ilógico de subisidiar la gasolina. Muchas instituciones serias, como el IMCO, han hecho cuentas y resulta que como país subsidiamos más a una familia que tiene Lincoln Navigator para la esposa y Mercedes Benz Serie E AMG para el esposo, que a una familia de la Lacandona o la Tarahumara, vía Oportunidades y Procampo.

No importa que los números estén ahí: sigue habiendo queja del “gasolinazo” mes tras mes, y aunque están anunciados con más de un año de anticipación, nunca falta el obsesionado con cortinas de humo que dice que “EPN aprovechó que el pueblo estaba distraido con el torneo de badminton de Glasgow para subir los precios”.

Como en México no nos gusta entender, y aquí la historia no se repite dos veces sino cien, ya estamos en el mismo debate con el tema de la energía eléctrica.

Primero se comentó que se quitaban los subsidios, luego dijeron que siempre no, y cerraron (hasta el momento) con un “será facultad de EPN”.

¿Cuál es la situación actual? Que las casas pagan energía eléctrica subsidiada y de mala calidad, y las industrias pagan energía eléctrica cara y de mala calidad. Lo peor de dos mundos.

No tengo nada en contra de las culturas prehispánicas, ni de que nos enseñen que las eras geológicas de nuestro planeta han sido Precámbrica, Paleozoica, Mezozoica y Cenozoica (de todos modos a casi todos ya se les olvidó y responderían “Jurásica”). Pero preferiría que le quitaran un par de días a cada uno de esos temas y nos hicieran repetir, hacer planas, maquetas, cartulinas, trabajos en equipo y tablas gimnásticas de “el dinero que usa el gobierno para subsidios es dinero que antes nos quitó”. De ese modo veríamos, espero, la situación diferente. Dejaríamos de defender subsidios regresivos (los que benefician más a los más ricos) y los focalizaríamos mejor. Y además, espero, más de uno diría lo que yo: “¿para qué le quitas a la clase alta, media alta y media recursos que después se los vas a regresar vía subsidios a ellos mismos? ¿Por qué no se los dejas en el bolsillo vía baja de impuestos y ya ellos que decidan si gastan más en gasolina, energía eléctrica o lo que se les antoje?”.

Algunos estados del norte del país obtuvieron un subsidio dentro del subsidio: en los meses en que hace calor les bajan más el costo de la energía eléctrica. El efecto es tan fuerte que incluso mueve el dato de la inflación general en la quincena que se aplica, efecto compensado en noviembre que es cuando se retira. “Es que hace tanto calor que necesitamos usar aire acondicionado”, dicen en Chihuahua y Ciudad Obregón. Y sí, hartísimo calor hace. Pero no es que en Coatzacoalcos, Poza Rica o Arriaga sea necesario usar chamarra en verano. Pero no han presionado tanto los diputados de esos lugares, en parte porque hay menos aires acondicionados per cápita. Entonces regresamos al tema: como país usamos dinero que podría ir a escuelas, hospitales u orfanatos (para que Mamá Rosa no tenga que hacer toda la chamba) para que Don Garza de la Garza y Garza Treviño tenga aire acondicionado en el baño del cuarto de la servidumbre. “Es que si no hay subsidio las cuentas llegan de $20,000”, dicen. Pues si es lo que consumen, que lo paguen. Si es mucho, que duerman en menos cuartos, pongan la temperatura más alta, cambien ventanas o hagan lo que tengan que hacer. Pero que no nos lo cobren a los demás.

Una familia de clase media urbana no paga más hoy de energía eléctrica que de televisión satelital o por cable más telefonía celular. Eso no tiene mucho sentido. Estamos como país subsidiando centenares de millones de recargas de baterías de tabletas y teléfonos inteligentes al día, mientras la industria sufre por desabasto y precios altos. ¿Es ésa la mejor manera de usar el subsidio?

Yo veo dos alternativas: si queremos seguir subsidiando gasolina y energía eléctrica hay que hacerlo del lado de la demanda. Que cada familia demuestre que necesita el subsidio. Por supuesto, si tienen SKY (sin subsidio), Plan TELCEL (sin subsidio) y vacacionan al menos una semana al año en algún hotel (sin subsidio), pues no tendrían que pedir subsidio para cosas más importantes, sino sacrificar comodidades. El problema con ese proceso es que es burocrático, se presta a corrupción y hay que estar reevaluando constantemente.

Se me ocurre otra idea: abran al 100% el mercado de gasolinas y el de energía eléctrica. Que el gobierno elimine todos esos subsidios y a cambio realice una reducción de impuestos. El que se queje es un “free-rider”: está obteniendo más por subsidios que lo que está pagando de impuestos. Por mí, que se siga quejando.

Y no salgan con que con eso se golpea “a los más pobres”, pues ellos no disfrutan demasiado del subsidio a la gasolina Premium ni tienen tantos aires acondicionados en sus chozas.