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¿Y si se hubiera quedado de florero?

by | Dic 7, 2018

¿Y si se hubiera quedado de florero?

¿Se imaginan cómo estaría México si AMLO se hubiera quedado de florero en octubre y noviembre?

Vamos a ver.

Las AFORES de 60 millones de mexicanos tendrían unos $200,000,000,000 más. (Nota del autor: Son doscientos mil millones de pesos). Eso mejoraría las pensiones de todos.

La Bolsa Mexicana de Valores estaría 10,000 puntos arriba. Eso sería bueno para las pensiones y para las inversiones que la clase media tiene en sus cuentas bancarias. Además las empresas que cotizan podrían acceder más fácil a los mercados financieros para solicitar recursos, invertir, crecer, generar empleos y dar bienes y servicios.

El tipo de cambio estaría más de un peso abajo. Eso le quitaría presión a la inflación y al monto de la deuda en moneda extranjera del gobierno y de las empresas.

Las tasas de interés de largo plazo estarían más de un punto abajo de lo que están. TODOS los bancos opinaban a inicios de octubre que la TIIE iba a bajar. Tras el florerogate, la TIIE subió y ahora nadie cree que baje. Eso encarece las hipotecas, los pagos a tarjeta de crédito, complica las promociones a meses sin intereses y otras linduras. Además el gobierno tendrá que pagar muchos miles de millones de pesos extra de intereses. Sí, EPN dejó mucha deuda. Pero pagar 20% más de intereses por ella NO es la solución.

PEMEX estaría en mucha mejor posición. Hoy se lleva la triple corona más la cereza del pastel. Va a pagar 1. más intereses por su deuda en pesos, 2. más intereses por su deuda en dólares por efecto de tasa de interés, y 3. más intereses por su deuda en dólares por efecto de tipo de cambio. ¿La cereza del pastel? El contagio del miedo de los inversionistas. “Si hicieron eso en el NAICM, igual lo harán en PEMEX”.

Urzúa estaría afinando el presupuesto tranquilo, con muchas mejores variables.

Jiménez Espriú y Torruco no estarían enfrascados en su concurso de estupideces.

Recordaríamos al sexenio de EPN como el de los contratistas consentidos sin que nos venga a la cabeza de inmediato que Rioboó supera en gravedad a todos ellos sumados porque lo que perdimos en el NAICM es 100 veces la suma de toda la lana desviada en todos los contratos que EPN le dio a HIGA, OHL y San Román sumados. El monto de la Casa Blanca suena a juego de niños comparado con los números que tenemos de pérdida ahora.

La prensa internacional seguiría en la luna de miel con AMLO, por lo que los inversionistas verían a México con más ojos de oportunidad que de riesgos.

Y, además, estaríamos en camino de tener un aeropuerto certificado por MIT y la ONU, donde el gasto fuerte que era prehundir el terreno ya estaba hecho y en donde, ya no necesitan mentir, nadie ha visto un lago.

Porque no importa lo que digan los nuevos burócratas de la Cuarta Transformación, antes conocidos como “analistas y académicos independientes”, no hay AMLOfobia, al menos de los inversionistas. El señor ganó las elecciones y TODAS las variables relevantes mejoraron. Bajó el dólar, subió la bolsa, bajaron las tasas de largo plazo y la expectativa unánime sobre la TIIE era que iba a bajar. Un mundo ideal.

Pero el señor presidente decidió en octubre que no es un florero.

Y lo estamos pagando carísimo. Y lo seguiremos pagando por décadas.