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Que se rían en privado, que den resultados en público (27.5 2015)

by | May 27, 2017

Que se rían en privado, que den resultados en público

Vamos a empezar por el principio: hay cosas que yo he dicho o he escrito en privado que, si se hacen públicas, ofenderían a muchas personas a las que no conozco. Pero vamos un paso más: hay cosas que yo he dicho o escrito en privado que, si se hacen públicas, ofenderían a personas que conozco y que me importan. Vamos, hay cosas que he dicho y he escrito que a mis papás, a mi esposa, a mis hijos, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo, a mis primos, a mis tíos o a mis conocidos no les gustarían, si se hicieran públicas. Para dejarlo en claro: YO he pensado, dicho y escrito cosas que A MÍ no me gustan. ¿A poco ustedes en privado se comportan con un espíritu de corrección política al 100%? Yo no creo que eso sea posible, y ni siquiera creo que sea deseable.

Yo traer esto colación por historia gran jefe nación chichimeca. Desde el punto de vista del fondo, tiene toda la razón Lorenzo Córdova en su burla. ¿Cómo tomar en serio a los papás de Ayotzinapa si le van a decir que o sus hijos son presentados con vida o se cancelan las elecciones en Guerrero? A ese paso cualquiera podría pedir que no haya elecciones mientras no aparezca la cadenita que se le perdió a Carmen (no, no comparo la cadenita con vidas humanas, pero si esperamos a que los miles de desaparecidos que hay en México aparezcan antes de llamar a elecciones, EPN le pasará el cetro a Pau Peña I en 30 años). Si ya trazar una línea directa Ayotzinapa – Gobierno Federal es hoy medio aventurado, pensar que en particular es el INE el que tiene secuestrados a los 43 es ya de plano… pues sí, de Crónicas Marcianas. ¿Cómo tomar en serio a un líder indígena que dice que o le regalan plurinominales o no se hacen elecciones en su territorio de influencia? Las almas de la corrección política se espantaron, pero imaginen por favor que la reunión hubiera sido con la COPARMEX y la demanda es “o me regalan plurinominales o no hay elecciones en las secciones electorales de clase media-alta”. O si hubiera sido el líder de una iglesia. O de una asociación civil, la que sea, la más respetada. ¿Pedirle al árbitro electoral que le regale una pluri? Ni queriendo podría Lorenzo Córdova hacer eso. Más le hubiera valido al gran jefe ir a un partido político a pedir buen lugar en la lista plurinominal, que es el canal adecuado. En el fondo, en la esencia, en lo que le tocaba a Lorenzo El Funcionario, su reacción negativa en ambos casos es la correcta, sin matices.

Ahora vamos a la forma: ¿Es correcto que alguien se burle del aspecto físico, manera de hablar, vestimenta, complexión, nombre u otra característica de una persona, frente a ella? No. Ni hablar, a todos nos puede dar risa una persona, pero por simple civilidad tenemos que aguantarnos. Pero todos necesitamos un desahogo, y el ámbito privado es el lugar para hacerlo. Creo que la mejor manera de comprobar mi punto es leyendo lo que opinaron los adalides de las vestiduras rasgadas sobre la grabación: “es más valioso lo del indígena porque el español es su segunda lengua, mientras que Lorenzo se expresa pésimamente en su lengua materna, usando muletillas, repitiendo palabras y hablando como mirrey mamón”. Al final, ¿cuál es la diferencia? Unos se burlan de la manera de hablar del indígena, otros de la manera de hablar de Lorenzo. Habrá quien no se burle de ninguna de las dos cosas, pero vaya, se reirá en privado de los gangosos o de los que zezeamos (no se burlen mucho de mi perdzona, por favordzito), o de los muy altos o de las muy chaparras, o de los muy flacos o de los que ven La Rosa de Guadalupe, de los que bailan Payaso de Rodeo o de las que se llaman Zoila Vaca del Corral, de los pobres o de los ricos, de los chiapanecos o de las poblanas, y le podemos seguir. Que una persona nos dé risa o coraje por cualquier causa no es malo, es simplemente humano.

Si al final encontramos a alguien tan químicamente puro que no se ría de nada, ni nada se le haga criticable o digno de ser comentado de manera privada, dos reflexiones: 1. Me daría una flojera monumental tener trato con una persona tan aséptica (retomo el término en el sentido que José Agustín da en Ciudades Desiertas a las urbes de Estados Unidos y sus habitantes), y 2. Al final esa persona consideraría que las personas que sí tenemos sentido del humor no estamos a su altura moral, con lo que regresamos al tema inicial: el INE está para organizar las elecciones y, por ponerlo básicamente, asegurar que los votos de todos sean contados y respetados. Los votos valen y deben valer uno. Seas indígena, empresario, mujer, coahuilense, arquitecto, desempleado, racista, bueno para la fiesta, judío, periodista, abuelo o lector de Cortázar, es lo de menos. Hay puestos públicos (como la CONAPRED, por ejemplo) donde es deseable que la empatía esté del lado del discriminado, aunque eso implique que la antipatía esté del otro lado. No vería problema si en privado el titular de CONAPRED se burla de los misóginos. O de las personas que consideran a los indígenas como ciudadanos de segunda clase. Pero el INE no tiene ese sesgo. Ahí todos los que vayamos a votar el 7 de junio tenemos que valer igual. El voto del gran jefe nación chichimeca debe valer por uno, y el voto de cada alumno del Cumbres, de los que hacen esos horribles videos, debe valer por uno.

No hay ninguna evidencia de que el INE le esté quitando el derecho al voto a los indígenas. Habrá que vigilar que la distribución de casillas, por ejemplo, no se haya hecho para deliberadamente dejar fuera a comunidades indígenas por creer que su voto vale menos. Pero mientras tanto, a la luz de lo que sabemos, lo que ha hecho Lorenzo no va en ese sentido. Eso es lo que nos debe ocupar.

Juzguemos a los personajes públicos por su actuación pública. En caso de que trascienda algo privado, entendamos primero que se dijo en ese ámbito. Juzguemos si lo que trascendió tiene que ver directamente con su actuación. ¿Se filtran llamadas donde Lorenzo pide dinero al PRI para alterar el PREP? Más allá de condenar el espionaje, ahí estamos hablando de algo que incide directamente en la actuación del funcionario. Pero si le da risa una manera de hablar, si tiene amante, si es gay, si le va al Atlas, si le gusta el helado de maracuyá o si su película favorita es Escuela de Vagabundos con Pedrito Infante, vamos a dejarlo en paz.