Análisis Multifactorial del Precio de la Gasolina (o qué esperar de la Reforma Energética).
Vamos a imaginar por un momento que el Congreso de la Unión aprueba una Ley Secundaria de la Reforma Energética que cumpla con todos los estándares que los liberales pedimos: la mayor competencia posible en todos los rubros de la cadena, cero corrupción en PEMEX y los organismos reguladores gubernamentales, estado de derecho que impida abusos de particulares, que no haya diezmos, prestanombres, empresas fantasma, protección a Romero Deschamps; que el gobierno no genere distorsiones de mercado, etc. Algo sacado de un cuento de hadas.
Si se dan todas esas variables positivas, hay algo que muchas personas, aunque no hayan ganado el Óscar a Mejor Director, se preguntan: “ya que tengamos todo eso que dicen, ¿cuándo bajará el precio de la gasolina?”.
El gobierno de EPN y varios legisladores priístas deslizan una idea: en un par de años el precio de la gasolina tendería a disminuir, fruto de esa competencia entre inversionistas privados que cuentan con capital, tecnología y experiencia (y además, incentivos a ser eficientes y rentables) de los que PEMEX carece.
Pero no es una respuesta que haya que tomar a la ligera. Me permití entonces hacer un análisis prospectivo, econométrico, geopolítico, de economía industrial, de comparativos internacionales y de otras variables relevantes.
La conclusión que arroja el modelo es inequívoca y reto a cualquiera del gobierno de EPN a que pruebe que mis conclusiones son erróneas.
La respuesta a la pregunta de “¿cuándo bajará el precio de la gasolina?”, y la de “¿qué precio tendrá la gasolina dentro de dos años?”, es inquietantemente similar: NADIE TIENE LA CERTEZA.
Sí se puede probar que en igualdad de circunstancias, una industria con competencia ofrece mejores precios que un monopolio, y que esa brecha aumenta cuando el monopolio es gubernamental, y que esa brecha se vuelve más grande que la falla de San Andrés (la de California, no de AMLO) cuando el monopolio gubernamental es manejado por la parte empresarial por el priísta EPN y en la parte sindical por el priísta Carlos Romero Deschamps.
Pero de eso a que alguien se anime a decir el precio de la gasolina en 2016 hay una gran distancia.
Veamos, repasando Economía I:
Si sube la producción de petróleo porque se encuentran yacimientos importantes fáciles de explotar o si una empresa descubre una manera de refinar petróleo que sea mucho más barata que la actual, el precio de la gasolina (caeteris paribus) debería bajar.
Si la gente empieza a comprar únicamente automóviles eléctricos o híbridos; si se hace una gran inversión en transporte público que no use combustibles fósiles o si la gente empieza a usar masivamente la bicicleta para ir a trabajar, pues caeteris paribus el precio de la gasolina tendería a bajar.
Si hay una guerra de Estados Unidos, Rusia, Kuwait y Arabia Saudita contra Irán, Venezuela, Iraq y Noruega en donde el principal blanco militar sean pozos petroleros y refinerías; o si se dan varios derrames petroleros alrededor del mundo que lleven a que autoridades ambientales limiten o prohiban o pongan impuestos al petróleo particularmente altos o multas desmesuradas a las empresas petroleras, caeteris paribus el precio de la gasolina tendería a subir.
Y si en México y en el resto del mundo tenemos una buena recuperación económica que permita que centenares de millones de personas compren autos; o si la recuperación económica es más modesta pero quienes compran autos se van por los de ocho cilindros y además el deporte nacional empieza a ser el de Arrancones Rápidos y Furiosos, caeteris paribus el precio de la gasolina tendería a subir.
Pero como sabemos, el mundo no caeteris paribus. Heráclito tenía razón. De aquí a dos años tendremos en México y en el resto del mundo miles de eventos y miles de millones de decisiones individuales que en algunos casos harán que suba la oferta de petróleo y en otros casos harán que baje; que en unos casos harán que suba la demanda de petróleo y en otros casos harán que baje. Y para hacerlo más interesante, esos efectos se verán reflejados en los precios internacionales del petróleo en tiempo real, y a su vez ese nuevo cambio en el precio modificará decisiones de todos nosotros, lo que llevará a un nuevo precio que a su vez hará que… bueno. Espero que hayan entendido la idea.
¿Cuándo bajará la gasolina? ¿A qué precio estará en dos años? Ni pinche idea. Esa respuesta es la correcta. Quien diga lo contrario miente.
En lo personal soy de los que prefiere poder comprar la gasolina de la marca que yo quiera, refinada por quien se me haga conveniente, producto del petróleo extraido por quien se me ocurra. No veo un escenario en el que yo prefiera que PEMEX siga siendo mi único vendedor a que sean PEMEX + EXXON + SHELL + TOTAL + BP + SLIM OIL + PETRÓLEO ALFA + PETROBRAS + OXXOGAS + STATOIL + cualquiera que le quiera entrar al negocio y yo de ahí elija. Por eso estoy a favor de una Reforma Energética de corte liberal, aunque no sepa si la gasolina en dos años estará más barata o más cara que hoy.